La Junta alega que la circular de las listas de espera era sólo una propuesta

Continúa la polémica en torno a la circular que dio a conocer en las Cortes el procurador de IU-Equo, José Sarrión, según la cual en el Complejo Hospitalario de Burgos se pedía a los profesionales que contuviesen la entrada de pacientes en las listas de espera y facilitasen las salidas. Si el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, reconoció abiertamente que algunas de las recomendaciones del documento «no son las adecuadas y contradicen la regulación actual», la portavoz de la Junta, Milagros Marcos, cargó ayer contra Sarrión al que pidió «responsabilidad política». Es más, le culpó de haber hecho pública un «documento de trabajo que en la subcomisión de quirófanos se corrigió y que ha sido objeto de un debate que no se corresponde con la realidad», por lo que pidió respeto a los profesionales sanitarios.

Marcos insistió en que «las listas de espera no están maquilladas» y en que el documento hecho público es sólo «una propuesta de trabajo que no ha tenido repercusión». «En ningún caso se han maquillado las listas de espera porque son los profesionales los que las realizan», apuntó. Sobre la reacción del consejero de Sanidad que descalificó uno de los puntos del documento, la portavoz de la Junta señaló que lo que anunció el responsable político fue su intención de analizar del documento. Marcos afirmó, además, que «es de agradecer» la postura de la responsable quirúrgica de presentar su dimisión «al verse envuelta en una situación que creó alarma social», aunque consideró que no debería materializarse.

Mientras la portavoz de la Junta hacía estas declaraciones, los profesionales sanitarios de la citada Subcomisión, integrada por los jefes de servicios quirúrgicos, las supervisoras, la jefa del Servicio de Admisión, de la Unidad de Control de Gestión y el jefe de celadores, comparecían ante los medios de comunicación visiblemente molestos ante la polémica suscitada por una circular que consideran que «se ajusta a la norma» y sólo se trata de «una desafortunada y desagradable mala redacción», según sus palabras. Así, el jefe de Cirugía Pediátrica, José Manuel Gutiérrez, se quejó de que el asunto «se ha sacado de quicio» cuando, a su juicio, «sólo es un desliz en una redacción, pero no se esconde nada».

En cualquier caso, los profesionales del HUBU insistieron en que «no se manipulan datos» y en que el documento «es una propuesta de trabajo que interpretada fuera de contexto puede crear una alarma social injustificada». Lamentaron, además, «que trascienda que los criterios políticos afectan a los médicos» y defendieron la gestión realizada por la jefa de quirófanos que presentó su dimisión porque «ha trabajado bien y adecuadamente», por lo que recomendaron al consejero que sea él quien diga «qué es lo que no se debe hacer».