eL presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida
eL presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida - ICAL
Economía

Los economistas piden «capacidad de reacción» ante la inestabilidad internacional y la ausencia de Gobierno

Margarida urge a un Gobierno «sea del color que sea»

Valladolid Actualizado: Guardar
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«La economía de Castilla y León está en condiciones de atraer inversiones que creen actividad económica», y, en consecuencia, empleo y riqueza. Eso sí, el escenario internacional y nacional obliga a «estar en sobre aviso y precavidos». Así lo ha asegurado este miércoles el decano y presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida, quien entiende que a vista de los datos que se conocen de la evolución de este 2016 «todo crecerá», pero habrá que tener unos mecanismos que garanticen la «capacidad de reacción» que puedan exigir ajustes derivados de un cambio de la política monetaria o de la ausencia de Gobierno en España.

En concreto, ha matizado respecto a la inestabilidad política que lo «más importante es tener Gobierno, de la forma y del color que sea».

Y es que más allá del «riesgo» que ha reconocido que podría suponer para la «confianza inversora» el hecho de que «llegáramos a unas tercera elecciones y resultaran fallida», también va a crear estragos la ausencia de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2017. Sin ellos, sin nuevos guarismos, las comunidades autónomas no «pueden mejorar». «Se para la inversión».

Castilla y León, en lenta expansión

Al margen de estas cuestiones, ha señalado que los indicadores apuntan al optimismo. Así, expuso que se está reactivando la construcción de residencia habitual, se da una conversión de contratos temporales a indefinidos –aunque a niveles aún muy bajos–, el aumento de la inflación, sube la confianza empresarial, se consolidan las exportaciones y la industria, el «motor de la economía» por su efecto «multiplicador», sigue «ganado peso». Todo ello, le lleva a afirmar que «Castilla y León está en expansión, lenta, pero en expansión».

Dicho esto, destacó también otra serie de aspectos que podrían aún ralentizan la recuperación. Entre ellos, la deuda pública, el predominio de la microempresa, la falta de confianza del ahorrador o los todavía bajos niveles de población ocupada. A pesar de estos aspectos, De Margarida ha considerado que este 2016 concluirá con un crecimiento del 2,6 por ciento del PIB regional, una décima más de lo que se predijo a principios de año.

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