I+D+i como garantía de futuro

«La innovación es lo que distingue a los líderes de los seguidores». Esta frase, pronunciada por el que fuese el director ejecutivo de Apple Inc, Steve Jobs, refleja fielmente lo que supone la innovación para cualquier empresa o economía de un país y, dentro del mismo, para las diferentes comunidades o provincias. Y Castilla y León parece que no se queda atrás en esta faceta. Según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, la comunidad se coloca en sexta posición en cuanto a gastos internos totales en Investigación y Desarrollo, sumando un total de 526. 820 euros, solo superada por la Comunidad Valenciana (1.011.352), País Vasco (1.306.278), Andalucía (1.465.740), Cataluña (2.937.731) y Comunidad de Madrid (3.312.342).

A pesar de este alentador dato, el dinero disminuyó entre 2012 y 2013 en un 0,8 por ciento, una cifra que no es demasiado elevada pero que es razonable, ya que el gasto total en todo el país en I+D también descendió en un 1,5 por ciento, pasando de los 13.011.798 a los 12.820.

576 euros.

El mayor problema es otro muy diferente, y es que desde que empezó la crisis económica las empresas con actividades innovadoras no han dejado de decrecer en número. En el año 2009 existían un total de 1.358 compañías, mientras que según los últimos datos de la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit), en el 2013 había casi la mitad, un total de 780 entidades innovadoras, entre las que podemos encontrar empresas biotecnológicas, como Vinesenti, del grupo Matarromera, que se dedica al desarrollo de principios activos para la industria cosmética, farmacéutica y nutracéutica basados en compuestos antioxidantes que se obtienen a partir de la uva; Grani Roc, del grupo Hedisa, que diseña y fabrica máquinas de corte con hilo diamantado; Naturae, que se ha convertido en la primera biofactoría procesadora de Aloe en Europa gracias a sus productos comestibles derivados de esta planta, o Sociograph Neuromárketing, la primera firma internacional con un sistema neurocientífico propio que, a través de la medición de las emociones, pueden establecer que gusta más o menos a los consumidores de un producto, como por ejemplo un anuncio o una película. Según la federación, estos datos reflejan que sigue sin producirse «el salto necesario en la inversión pública y privada para que se desarrolle un tejido industrial verdaderamente innovador y competitivo».

Apoyo a la innovación

Aun así, la Comunidad de Castilla y León no ceja en el empeño de apoyar a las empresas novedosas y, gracias a la Agencia de Innovación y Financiación Empresarial, se ofrecen ayudas para las compañías con ideas diferentes. Así, este organismo ha puesto en marcha la Lanzadera de Ideas Innovadoras, que tiene como objetivo principal impulsar el desarrollo y la maduración de iniciativas emprendedoras de carácter innovador en fases tempranas.

A su vez, esta misma plataforma ofrece formación en innovación, que no tiene otro objetivo que obtener recursos humanos que estén especializados en el ámbito de la gestión de I+D+i, una de las figuras más demandadas por este tipo de compañías. Asimismo, la Agencia de Innovación y Financiación Empresarial dispone de un Mercado de la Innovación, donde se pueden encontrar ofertas y demandas tecnológicas y a oportunidades de colaboración en materia de I+D, Innovación y transferencia tecnológica, e informan sobre cómo obtener una parcela en los diferentes parques tecnológicos repartidos por Castilla y León, más concretamente en el de Boecillo (Valladolid), el de León y el de Burgos.

Por último, ofertan iniciativas y programas europeos e internacionales de I+D+i, herramientas fundamentales para el posicionamiento estratégico y la mejora competitiva de las empresas de la Comunidad.