Imagen de archivo del Museo de la Cerámica Ruiz de Luna de Talavera de la Reina
Imagen de archivo del Museo de la Cerámica Ruiz de Luna de Talavera de la Reina - Abel Martínez

El Museo de la Cerámica de Talavera cumple 20 años difundiendo el arte del barro

Sus estilos, sus formas y su evolucíon representan tambíen la historia de la ciudad

Talavera Actualizado: Guardar
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El Museo de Cerámica Ruiz de Luna de Talavera de la Reina cumple este domingo veinte años abierto en el antiguo convento de los agustinos, dos décadas de difusión de la cerámica de Talavera, sus estilos, sus formas y su evolución histórica, que también es la historia de la ciudad.

No en vano, a las también afamadas cerámicas de Puebla (ciudad mexicana Patrimonio de la Humanidad) se las denomina simplemente «talaveras», porque a mediados del siglo XVI los talaveranos que emigraron a México enseñaron su artesanía.

Sin dirección propia -ya que es filial del Museo de Santa Cruz de Toledo-, la Asociación de Amigos del Museo ha trabajado durante estos veinte años para apoyar al Museo en colaboración con los dos directores del Santa Cruz, Rafael García Serrano (hasta 2008) y Alfonso Caballero (hasta verano de 2015).

Con apoyo de los Amigos del Museo en Talavera se han disfrutado cerámicas cervantinas (en 1997 coincidiendo con el 450 aniversario del nacimiento de Cervantes y en 2015, en el IV centenario de la segunda parte del Quijote), cerámicas de Picasso (1999), cerámicas relacionadas con la Guerra de la Independencia (2009) y con iconografía religiosa (2007), placas funerarias de siglos anteriores (2008) y alfarería popular (2005).

También se han publicado una decena de libros y catálogos con la idea de que el visitante que se aproxima a la cerámica reciba información rigurosa y especializada, además de disfrutar, han explicado a Efe miembros de la Asociación de Amigos.

Y en estos veinte años se han conocido algunas primicias, como ocurrió con la exposición sobre Fernando de Rojas (1999) en la que se mostró por primera vez el testamento del autor de la Celestina que conservaban sus herederos -la familia Valle Lersundi- desde hacía 500 años.

Asociación de Amigos

En total, la Asociación de Amigos ha trabajado en treinta exposiciones y ha promovido numerosas iniciativas.

El deseo de que el Museo tenga dirección propia, independiente del Santa Cruz -del que también dependen el Museo de los Concilios y el Taller del Moro, ambos en Toledo, y la Casa Museo Dulcinea, en El Toboso (Toledo)- es una aspiración de la sociedad talaverana desde su apertura, como han dicho en muchas ocasiones anteriores alcaldes y el actual.

Todo estaba previsto para que el 14 de febrero de 1996 la entonces ministra de Cultura, Carmen Alborch, y el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, inauguraran el Museo de Cerámica, pero los actos se suspendieron a raíz del asesinato por parte de ETA del expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente. Y, simplemente, el Museo abrió sus puertas.

Solo en el primer año, este Museo de titularidad estatal (aunque su gestión está cedida a la comunidad autónoma) recibió 30.000 visitas, se restauraron 40 piezas, se realizaron tres exposiciones temporales y medio centenar de particulares donaron alguna pieza.

A lo largo de estos veinte años ha habido «luces y sombras», reconoce la Asociación de Amigos, porque a las noticias positivas, como las exposiciones y la ampliación del Museo (2013), se une que todavía es desconocido para muchos y que los "recursos" llegan diluidos al ser filial de un Museo del que dependen varios.

Subraya que hoy la cerámica es «más conocida» entre los talaveranos y se reconoce como «auténtica seña de identidad», pero resalta que el Museo debe seguir creciendo.

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