Dos perras pastoras belgas ayudarán a localizar veneno y aves electrocutadas en Gran Canaria

Esta primera Unidad Canina para la Detección de Venenos (UCID) de Canarias está formada por las perras Tufia y Tirma, que "se encargarán de la detección de venenos y de la localización de aves calcinadas por las vías de alta tensión en el medio no urbano de Gran Canaria", ha explicado este viernes durante su intervención el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de la isla, Miguel Ángel Rodríguez .

"Los perros detectores son una herramienta fundamental para la lucha en la erradicación del uso ilegal del veneno, tanto en la persecución de prácticas ilegales como en la inspección-retirada del medio rural de aquellas sustancias activas prohibidas ", ha destacado el inspector de los agentes de medio ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Carlos Santana.

Además, Santana ha recordado que "el Cabildo también pondrá esta unidad canina a disposición de otros cuerpos, como la Guardia Civil o la Policía Local, cuando así sea demandado".

La Sombra del Cerbero , empresa gestionada por José Castellano y Sara Ordóñez, ha sido la encargada del entrenamiento y adiestramiento de las dos perras, un proceso que ha durado alrededor de ocho meses.

La detección de venenos "es la disciplina de perro detector más complicada, junto a la de los explosivos, ya que podemos perder al animal", mientras que "lo más difícil de este entrenamiento es que los perros sean capaces de localizar el veneno y no comérselo ", han explicado los adiestradores.

La utilización de cebos envenenados , en el medio no urbano, constituye una de las prácticas más lesivas para los ecosistemas en general y para determinadas especies de la fauna amenazada en particular.

Se trata de un procedimiento masivo y no selectivo para matar a los animales, práctica prohibida que es delito y está castigada con pena de prisión o multa.