Un funicular para saltar el muro del Istmo

Las Palmas de Gran Canaria tiene una singularidad geográfica única en una gran ciudad como es el Istmo que une La Isleta con el noreste de la isla. Esta franja de arena de algo más de un kilómetro de longitud y una anchura entre 200 y 800 metros, antaño abierta a Las Canteras y a la bahía que ahora ocupa el Puerto de La Luz, ha sido sepultada en las últimas décadas por un especulativo desarrollo urbanístico.

Ni un resquicio amplio han dejado para ver un lado y otro del Istmo. No hace mucho hubo una posibilidad con el derribo del viejo almacén Woermann. Algunos arquitectos apuntaron la oportunidad de liberar ese solar del cemento para reabrir las dos bahías pero el Ayuntamiento prefirió que se levantase un rascacielos y otro edificio ocupado ahora por Unelco.

Por su parte, la Autoridad Portuaria ha decidido urbanizar su frente marítimo con un acuario y un posible hotel.

A mediados del año pasado una iniciativa privada ha propuesto levantar un funicular desde el centro comercial el Muelle a La Isleta, con algunas críticas por su impacto visual y sonoro. Paradojicamente, esta sencilla infraestructura permitirá salvar el muro urbanístico que se ha levantado en el Istmo y visionar ese acuario natural que es la playa de las Canteras, así como el puerto más importante del Atlántico entre Tánger y Sudáfrica.

Este transporte cada vez más usado en las ciudades, por su bondades energética y de huella paisajística, frente a otros medios, nos llevaría además a ascender sobre el espacio natural de La Isleta, una espectacular representación del vulcanismo de Canarias, utilizado como campo militar, y otear desde la altura la Cumbre y el Norte de la Isla.

Ayuntamiento y Cabildo ultiman el expediente de este infraestructura que potenciaría a la ciudad como destino turístico, incorporaría un nuevo modelo de transporte, descubriría el Paisaje Protegido de La Isleta para su uso ciudadano, además de la visionar la singularidad del Istmo de Guanarteme.