El farol que casi le cuesta a Canarias el artículo 155

El presidente de los canarios, Lorenzo Olarte, que era del CDS, planteó un Estado Asociado a España por problemas de formas con Carlos Solchaga y José Borell. «Madrid va a saber lo que vale un peine», sostenía. Felipe González mandó con Virgilio Zapatero, secretario del Consejo de Ministros, un eficaz requerimiento a las islas

Lorenzo Olarte ABC

R.L.P.

Corría febrero de 1989 cuando el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, firmó la orden en un Consejo de Ministros de mandar a Canarias un requerimiento para advertirle que iba a aplicar el artículo 155, es decir, la suspensión automática de la autonomía. Las autoridades insulares se querían establecer por su cuenta porque demandaban una serie de salvedades fiscales para entrar en la UE. Así lo contaba ABC .

El presidente de los canarios era Lorenzo Olarte, por el CDS, es decir, nacionalista no era. Formó gobierno en las islas con partidos regionalistas que venían de la UCD y el PP. Más que un berrinche nacionalista aquello era un problema de formas. Solchaga, ministro de Hacienda, delegaba los asuntos canarios en José Borell y eso a Olarte le pareció una falta de respeto institucional.

De ahí, surge una farse de Olarte: «Madrid va a saber lo que vale un peine». Para poder comprender el contexto , cabe recordar que la Península se incorporó a la UE en 1986, pero Canarias quedó fuera y retrasó su petición hasta casi al final de 1989.

El retraso en la petición se debía a que existía una diferencia de criterios sobre qué protocolo debía emplearse en las islas para incorporarse a lo que era la UE a fin de garantizar una serie de aspectos fiscales. Canarias tiene un régimen económico especial que viene de la época de los Reyes Católicos cuando la integración de Canarias en la Corona. Por ejemplo: en las islas no hay IVA.

Requerimiento

Lorenzo Olarte estableció un duelo con el ministro Carlos Solchaga y su secretario de Estado de Hacienda, José Borrell . El día después de su toma de posesión como presidente, a finales de diciembre de 1988, llamó a Carlos Solchaga, que no le devolvió las llamadas.

Aquello enfadó a las autoridades canarias y comenzó a tensarse las relaciones de Canarias con Madrid. Pero era un tema de dinero, de ingresos tributarios. No era un asunto de base ideológica. Olarte llegó a ser presidete de la aerolínea Aviaco y hasta asesor de Adolfo Suárez en La Moncloa en la época de la UCD.

«Un pulso»

Hace unos años, Olarte detallaba que «Virgilio Zapatero, me mandó una comunicación, amenazándome con que nos aplicarían el artículo 155 de la Constitución y nos retirarían la competencia si yo no desarrollaba el Tratado sobre el descreste de los arbitrios. Y me negué».

Tal era el farol, que Olarte ha dicho en 2012 que «reconozco que hice mal ocultándoselo a gran parte del Gobierno, por temor a que algunos se acobardaran y no me dejaran mantener aquel pulso , que salió bien».

Tiempo al tiempo

Cosas de la política, tras la experiencia de bordear en las islas la aplicación del artículo 155 de la Constitución, después de 1991, Olarte dejó el CDS y creó un partido centrista regionalista del que surgió Coalición Canaria (CC). El mismo partido que garantizó con sus cuatro diputados en Madrid la investidura de Felípez González en 1993.

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