El verano dispara los rescates de montaña en el Pirineo aragonés: más de 40 en menos de 20 días

El verano está volviendo a disparar la actividad de la Guardia Civil de Montaña, que lleva semanas de trabajo sin descanso en auxilio de personas heridas en accidentes mientras practican senderismo o deportes de aventura, o que se pierden mientras transitan por el monte.

En lo que va de mes, los equipos de la Guardia Civil de Montaña han tenido que realizar más de 40 rescates en menos de 20 días en el Pirineo aragonés y en zonas de especial afluencia turística de la provincia de Huesca.

De esos 40 rescates, nueve se han practicado en menos de 48 horas, entre el sábado y el mediodía de ayer domingo, según han informado fuentes de la Benemérita.

El rescate más complicado fue el de un montañero que había sufrido ayer una caída de 15 metros cuando escalaba junto a otro compañero en la Pared del Libro Abierto, en Ordesa.

El montañero presentaba una fractura abierta en un brazo, lo que le provocó una grave hemorragia.

Las labores de rescate se prolongaron durante horas. Fueron muy laboriosas y de gran dificultad, ya que los efectivos tuvieron que descender por una pared desplomada y descompuesta, con extremada precaución para que no cayeran piedras sobre los dos escaladores.

Los agentes tardaron más de 5 horas en llegar hasta los escaladores y tuvieron que portear al herido a espaldas de un especialista durante otra hora, lo que les obligó a pernoctar en el lugar y esperar al amanecer para que les pudiera recoger el helicóptero y trasladar al accidentado hasta el hospital San Jorge de Huesca.

Por otro lado, una familia de cuatro miembros, dos de ellos menores de edad, tuvieron que ser evacuados al perderse en el Bosque de Betato, en el término de Piedrafita de Jaca, y que fueron localizados tras facilitar las coordenadas de su ubicación mediante una aplicación telefónica.

Otro grupo de seis montañeros, que se encontraban desorientados y con gran fatiga, tuvieron que ser evacuados en helicóptero desde la zona del barranco de Pondiellos, en Sallent de Gállego.

El resto de los rescates fueron de montañeros y barranquistas que presentaban contusiones y torceduras de tobillo, uno de ellos una posible fractura producida hoy en el barranco Miraval (Laspuña).