El año pasado se murieron en Aragón 2.500 personas más de las que nacieron

El año pasado se murieron en Aragón 2.541 personas más de las que nacieron. La región sigue sintiendo con fuerza el zarpazo demográfico, incapaz de garantizar el relevo generacional en ninguna de las tres provincias: en 2016, ni Zaragoza, ni Huesca ni Teruel se libraron de ese déficit estructural entre partos y defunciones.

Según los últimos datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, la descompensación es especialmente grave en la provincia de Teruel, que se hunde cada vez más como una de las provincias españolas en situación más crítica. Pero también en Huesca y, aunque en menor medida, el saldo vegetativo negativo también asoma con vigor en la provincia de Zaragoza.

Así, en la provincia de Teruel se produjeron el año pasado 1.059 nacimientos, frente a 1.626 defunciones.

En la provincia de Huesca hubo 1.715 nacimientos, frente a 2.518 defunciones. Y en la provincia de Zaragoza se registraron 10.924 nacimientos, pero 13.465 defunciones.

En cifras absolutas, el decrecimiento vegetativo fue de -1.171 personas en la provincia de Zaragoza, -803 en la de Huesca y -507 en la de Teruel. En términos proporcionales -en comparación con sus cifras globales de población-, el mayor decrecimiento demográfico se produjo en la provincia de Teruel, seguida de cerca por la de Huesca.

Las tasas de natalidad, por su parte, se siguen hundiendo en Aragón hsta situarse en niveles de hace 20 años, cuando el número de nacimientos tocó mínimos históricos en esta región. A partir de 1999, la situación cambió considerablemente. Fruto de la inmigración, de la llegada de extranjeros en edad fértil, y al calor de la bonanza económica de aquellos años, la natalidad aumentó en Aragón. Por ejemplo, en el año 2000 se rozaron los 13.000 nacimientos en esta Comunidad autónoma; en 2011 hubo 12.610; pero, desde entonces, la cifra de partos ha ido cayendo en picado.