Perros que estaban abandonados y que están acogidos en el centro de protección animal de la DPZ
Perros que estaban abandonados y que están acogidos en el centro de protección animal de la DPZ
Sociedad

La Diputación de Zaragoza ha dado en adopción más de 500 perros en dos años

Este centro de protección animal recibe cada año más de 250 perros abandonados

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Un hogar en el que son cuidados y un lugar desde el que buscar a una «familia de acogida». Eso es lo que supone para cientos de perros cada año el centro de protección animal que la Diputación de Zaragoza (DPZ) tiene en el barrio rural de Movera -perteneciente a la capital aragonesa-.

Cada año, de estas instalaciones salen casi tantos perros como entran. En 2016, por ejemplo, ingresaron en este centro 263 perros abandonados que vagaban por las calles de municipios de toda la provincia. Y en 2016, también, de este centro de la Diputación de Zaragoza salieron 256 perros que fueron adoptados por personas que acudieron allí para dar un nuevo hogar a esos animales.

En los dos últimos años, estas instalaciones de Movera han dado en adopción más de 500 perros, casi tantos como entraron en un recinto que va a ser mejorado en los próximos meses con una inversión de 120.000 euros.

«Se van a arreglar tanto los tejados de los cheniles en los que están los perros como el vallado del centro, y estamos trabajando para llegar a acuerdos con el Ayuntamiento de Zaragoza que nos permitan ampliar la capacidad de nuestras instalaciones y llevar los perros que no podamos atender nosotros al nuevo centro de protección animal que va a construir la capital», explica el diputado provincial José Ángel Miramón, delegado del centro de Movera.

Estas instalaciones llevan décadas funcionando. Y no son solo una tabla de salvación para perros abandonados -y con frecuencia en precario estado- sino también una solución al problema de los perros vagabundos.

Este Centro Sanitario de Protección y Albergue Provincial canino se puso en marcha en 1994 para hacer fernte al problema de salud pública que representan los perros vagabunods.

Como los municipios no tenían recursos para hacer frente a ese problema, la Diputación aprobó cun convenio marco al que, desde entonces, se han adherido 244 de las 292 localidades de la provincia -Zaragoza capital tiene su propio servicio municipal de recogida de perros vagabundos-.

Cuando se recibe un aviso de recogia -que siempre debe partir de un ayuntamiento de la provincia-, la empresa que gestiona este centro de la DPZ se traslada a la localidad en cuestión, captura el animal y lo lleva a las instalaciones de Movera, con las que colaboran también sociedades protectoras de animales.

Si el perro porta el chip identificativo obligatorio, se intenta localizar al dueño, que además de tener que pagar una tasa de 80 euros para llevárselo, se enfrenta a una posible sanción administrativa. Si no es posible localizar al propietario, el animal pasa manos de la Diputación.

Nada más ingresar en el centro de Movera, cada perro es atendido por los veterinarios, se les explora, se les curan las enfermedades o heridas que puedan presentar, se les desparasita interna y externamente, y se les vacuna.

Aunque una gran parte de esos perros logran ser dados en adopción a corto o medio plazo, algunos permanecen allí el resto de su vida. Tienen la garantía de que no van a ser sacrificados. Desde 2013, la Diptuación de Zaragoza no sacrifica ninguno de los perros que ingresan en Movera.

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