Los yihadistas de Madrid ofrecieron 6.000 euros por más kalashnikov

Los dos supuestos yihadistas arrestados en Moratalaz (Madrid) el pasado miércoles ofrecieron en el mercado negro 6.000 euros para comprar fusiles de asalto Ak-47, conocido como kalashnikov, el arma de guerra empleada en atentados como los de París. A ambos arrestados, a quienes ayer encarceló el juez, la Policía les incautó un vídeo amenazante en el que uno de ellos pronunciaba soflamas ininteligibles y empuñaba un machete, acompañado de un kalashnikov y una imagen de la Puerta del Sol de fondo.

No era lo único que pretendían adquirir los encarcelados, dos jóvenes de entre 18 y 25 años muy radicalizados y «extremadamente peligrosos», según el análisis de los investigadores. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz relata -en el auto en el que acordó su prisión provisional- que también pretendían comprar armas cortas y granadas de mano.

Para conseguirlo llegaron a tener una reunión con una persona en una caseta destartalada del Parque de Valdebernardo (en el barrio madrileño de Vicálvaro), conocida como «la cabaña», en la que se reunían con otros supuestos yihadistas y donde un imán les adoctrinaba en el ideario más radical. No consta, aclara el juez, que los dos encarcelados -Edrissa Ceesay y Samir Sennouni- finalmente las compraran.

La bandera de Daesh

El juez, que les encarceló a petición de la Fiscalía después de interrogarles a lo largo de la mañana de ayer, les atribuye los delitos de enaltecimiento del terrorismo y de depósito de municiones y armas de guerra. Su ingreso en prisión busca evitar que los dos se fuguen de la justicia ante la gravedad de los delitos que les imputan.

Los arrestados difundieron los vídeos que grabaron en las redes sociales Instagram, Facebook y Youtube, en un primer momento con difusión público y luego solo para sus «amigos». En ellos, además de portar el machete, aparecían con atributos del grupo terrorista Daesh, como su bandera, y realizaban cantos islámicos y frases de corte yihadista, explica el juez.

En los cinco registros practicados por la Brigada Provincial de Información de Madrid, los agentes incautaron una tarjeta con los vídeos (en el domicilio de Edrissa), así como cinco cargadores vacíos de arma larga y 37 cartuchos del calibre 7,62 mm, el que necesita el kalashnikov, y una funda de arma larga (todo ello en «la cabaña»). Uno de los cinco cargadores se halló en un contenedor cercano a la vivienda de uno de los dos arrestados, gracias a la colaboración ciudadana. La Policía sospecha que alguien se deshizo de él durante los registros.

La Policía trata ahora de buscar el fusil de asalto que aparece en el vídeo incautado y a la persona a la que pretendían comprar más armas los dos arrestados, dos inmigrantes de segunda generación: de nacionalidad española y orígenes marroquí y gambiano. Es la primera que se incautan municiones para este tipo de armas en una operación antiyihadista en España.