Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados
Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados - EFE
INTERIOR

El PSOE da a Rajoy un mes de plazo para derogar la Ley de Seguridad Ciudadana

Tenso cara a cara entre Santamaría e Iglesias por la reforma constitucional

Madrid Actualizado: Guardar
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«No pierda el tiempo, si usted no quita la mordaza, la quitaremos nosotros». Con este claro ultimátum lanzado en la sesión de control del Congreso, el portavoz socialista, Antonio Hernando, daba ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un mes de plazo para presentar un nuevo texto legal que elimine los aspectos más polémicos de la actual Ley de Seguridad Ciudadana.

Moncloa dispone de este plazo para informar al Congreso sobre la proposición de ley registrada en el mismo sentido por los socialistas. Si el mes expira y el Ejecutivo no ha presentado la iniciativa que exige Hernando, los socialistas cerrarán la puerta al diálogo y comenzarán a tramitar su texto buscando apoyos en Podemos y los partidos soberanistas.

Fuentes del PSOE aseguran que éste no es el camino que desean seguir y que su primera opción es que sea el Gobierno quién tome la iniciativa y abra un diálogo con los grupos. Entre otras cosas, porque ven diferencias que les separan de Podemos y que hacen difícil consensuar un texto final, pero subrayan que ante el inmovilismo de Rajoy, no les queda otro camino que presionar.

«Alejándose de la moderación»

Al menos públicamente, esta estrategia no está teniendo efectos. Rajoy, lejos de amilanarse, dejó claro ayer que no echará atrás ni esta ley ni ninguna otra, subrayando que la derogación no es un buen camino para «construir ni hacer una aportación al interés general». Además, abroncó al portavoz socialista por el contenido de su intervención, acusándole de estar «sobreactuando y alejándose de la moderación». «Decir que en España hay hoy un problema de ausencia de libertades y de disfrute de libertades, no se lo cree nadie», le afeó. «Parece una broma», continuó, atacando el centro argumental de la intervención de Hernando.

Pero la sesión de control vivió su debate más vibrante durante el duelo que protagonizaron la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, a cuenta de la reforma de la Constitución. Era la primera ocasión en que ambos medían fuerzas en este formato y la número dos del Gobierno desplegó un demoledor contraataque sobre los flancos más débiles de Iglesias.

Los cargos errejonistas

«Las lecciones de democracia, si quiere, se las da usted a los 300 de Vistalegre porque los 137 diputados del PP vienen con las lecciones aprendidas», le espetó, en alusión a los 300 cargos errejonistas que han firmado un manifiesto contrario a algunas tesis de Iglesias de cara a su nuevo congreso.

«Les veo más en sembrar discordia que en arreglar de verdad los problemas de este país», dijo Santamaría quien respondió así después de que el líder de Podemos considerara que «la democracia le parece un jaleo», e instara a la número dos del Gobierno a no tener miedo a una reforma de la Carta Magna. Defendió como un «clamor social» la reforma prácticamente integral de la Constitución por referéndum para «proteger a los ciudadanos de ustedes», recogiendo la plurinacionalidad. Y previamente había acusado al PP reformar con «nocturnidad veraniega» el artículo 135 que «arrodilló la soberanía de España a poderes exteriores».

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