Parte del arsenal intervenido e inventariado por la Policía
Parte del arsenal intervenido e inventariado por la Policía - ABC

La Policía saca del mercado negro más de diez mil armas

El caso arrancó del atentado yihadista contra el museo judío de Bruselas de 2014

Madrid Actualizado: Guardar
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La Comisaría General de Información de la Policía ha sacado del mercado negro más de diez mil armas en principio inutilizadas y compradas legalmente pero que, según las pesquisas, acababan en manos de grupos yihadistas y de la delincuencia organizada. Las investigaciones arrancaron en 2014 a raíz del atentado perpetrado por un seguidor de Daesh contra el museo judío de Bruselas en el que murieron cuatro personas. El rastro de un revólver intervenido al autor de la matanza, identificado como Mehdi Nemmouche, de 29 años, llevó a este arsenal, por el que fueron detenidas cinco personas el pasado mes de enero.

Las armas fueron localizadas en Vizcaya, Gerona y Cantabria. En total hay casi nueve mil fusiles tipo Cetme, el usado por el Ejército español, cerca de mil fusiles de las marcas Mauser, Bergmann, Beretta, ametralladoras antiaéreas, pistolas de las marcas Star, Llama, Astra y FN, y numerosos revólveres, todo ello dispuesto para su reparación y transformación en armas de fuego.

Los agentes también se incautaron, entre otros efectos, de abundante maquinaria y herramientas, así como de numerosas piezas como cañones, cerrojos, piezas de retenida, cargadores, etc. Asimismo, los investigadores hallaron también en Getxo (Vizcaya) un sofisticado taller para la manipulación y reactivación de este armamento.

La operación tuvo su origen en el seguimiento que los investigadores llevaron a cabo de las armas empleadas por un terrorista en el citado atentado de Bruselas. La red desmantelada adquiría el armamento por los canales legalmente establecidos y posteriormente las reactivaba enviando las piezas necesarias.

Registros en tres provincias

En los seis registros desarrollados en las provincias de Vizcaya, Gerona y Cantabria fueron intervenidas las armas ya mencionadas y numerosas piezas que han requerido de varias semanas para su inventariado. Los agentes también se incautaron de abundante maquinaria y herramientas, así como numerosas piezas como cañones, cerrojos, piezas de retenida, cargadores, etc.

Las características de las armas intervenidas, tanto por su calibre como por su capacidad de hacer fuego automático, unido al hecho de que eran distribuidas con unos sistemas de inutilización fácilmente «reactivables», hacían que tuvieran una fácil salida al mercado negro.

Los cinco integrantes de la red desmantelada son cuatro hombres y una mujer españoles que fueron detenidos en Olot (Gerona), Liendo (Cantabria), y Galdácano y Getxo (Vizcaya), donde tenían un taller «muy activo y sofisticado».

La lucha contra el tráfico ilegal de armas es una de las herramientas principales para poder dar una respuesta eficaz desde los Estados al terrorismo yihadista. Por ello, las fuentes consultadas por este periódico conceden a esta operación una «importancia máxima».

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