Las «líneas rojas» de los posibles socios del PSOE
Desde la mutua exclusión de unos al desafío de los secesionistas
Actualizado: GuardarDesde el primer momento los partidos que se postulan como socios del PSOE o que estarían dispuestos a facilitar la investidura de Pedro Sánchez mediante una abstención han expuesto sus línes rojas. Algunos, bien gruesas
Al gusto de Podemos
11 millones de votantes avalarían este gobierno PSOE-Podemos-IU que defiende el líder de la formación morada, y en cuyo diseño él sería el vicepresidente.
Fraternal y plurinacional: En su oferta programática, Podemos incluye unas políticas de «fraternidad y plurinacionalidad» como bases de «la nueva construcción del país».
No con Ciudadanos: Lo que no entra en sus planes, ni por activa ni por pasiva, es que Ciudadanos y Podemos estén juntos en la misma ecuación de gobierno: «Eso es imposible».
Ciudadanos, sus condiciones
Un «no» a Podemos: Ciudadanos está convencido de que puede entenderse con Iglesias en el apartado de regeneración democrática.
Pero ahí terminan las coincidencias, y no participará en ninguna fórmula de Gobierno que incluya a Podemos
Unidad de España: Es la única línea roja que plantea el partido, que no se vulnere el artículo 1 de la Constitución. En otros asuntos asumen que habrá cesiones
Una abstención: Rivera insiste en que lo máximo que le ofrecerá a Sánchez es una abstención y que no contempla el sí.
La «agenda vasca» del PNV
Nuevo «estatus»: El PNV reclama «profundizar» en el autogobierno y, eventualmente, lograr un nuevo «estatus», que reconozca la «nación vasca». Por de pronto, aspiran a obtener aún más competencias exclusivas.
«Derecho a decidir»: Plantean al PSOE reformar la Ley de referéndum de 1980 ante la evidente dificultad de cambiar la Constitución.
Política penitenciaria: Estaba recogido en el programa electoral:transferencia urgente de las competencias penitenciarias. Propugnan acercar presos etarras y favorecer reinserciones.
ERC y la «plena soberanía»
Negociar lo imposible: Como punto de partida, ERC y CDC plantean una hipotética negociación en unos términos imposibles para el PSOE, o al menos para su Comité Federal: reconocimiento de la plena soberanía de Cataluña.
Dilema: El soberanismo se enfrenta al dilema del «cuanto peor mejor» que para ellos representa el PP,o una solución de tipo posibilista, aunque con renuncias.
Voces críticas: Voces próximas a CDC comienzan a cuestionar la actitud «ausente» –como la CUP– que no se presentó ante las negociaciones.
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