Jordi Pujol y Marta Ferrusola, en un oasis de dinero
Jordi Pujol y Marta Ferrusola, en un oasis de dinero - JOSÉ MANUEL PUEBLA

Jordi Pujol ocultó 1,84 millones en una cuenta de su hijo en Andorra cuando presidía la Generalitat

El primogénito del clan abrió una cuenta en el año 2000 con el dinero del patriarca y la vació en 2010

MADRID Actualizado: Guardar
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El clan Pujol queda al descubierto. El sumario sobre la causa que investiga al hijo primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, desvela las irregularidades cometidas por la familia para amasar la fortuna que guardaron en cuentas de Andorra. Y deja en muy mal lugar a Jordi Pujol, quien fuera presidente de la Generalitat durante 23 años y un símbolo histórico del nacionalismo catalán, cuya fortuna «heredada» se investiga en un juzgado de Barcelona.

Entre la documentación que llegó de Andorra a la Audiencia Nacional consta un documento en el que Jordi Pujol asegura que es el propietario de una cuenta bancaria abierta en dicho país por su hijo mayor en el año 2000, cuando él aún presidía la Generalitat, en la que ocultó al menos 1,84 millones.

El primogénito ingresó esa cantidad (307 millones de pesetas) al abrirla.

La familia Pujol dejó el saldo de esa cuenta a cero en diciembre de 2010 tras sacar dinero en cinco ocasiones en billetes, explica el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata en los autos del sumario sobre los que ha levantado el secreto, a los que ha accedido ABC. El clan Pujol retiró de esa cuenta 149.943 euros el 3 de junio de 2010 (quedaron en familia: luego los ingresó en la cuenta de otro hijo, Josep) y un total de 1,145 millones de euros el 28 de octubre de 2010, cuando la dejó «en saldo negativo», explica el juez.

El titular de la cuenta era Jordi Pujol hijo, alias «Junior», quien el mismo día en el que abrió la cuenta entregó un documento al banco en el que señalaba que el dueño real de los fondos era su padre. Era el año 2000 y al patriarca aún le quedaba vida política: soltó el timón de la Generalitat en 2003 y el de Convergència en 2004.

El juez De la Mata -quien investiga los negocios sospechosos de «Junior» y podría asumir la causa de la fortuna confesada por Jordi Pujol por vínculos entre ambos- no da ninguna credibilidad a la tesis de la herencia familiar (un «mero relato» sin pruebas) y aprecia indicios de que el hijo primogénito se encargó de recaudar comisiones irregulares para luego repartirlas entre la familia. Estas son algunas de las claves de la investigación.

Trabajos injustificados

La investigación ha cifrado en 11,53 millones de euros el dinero que cobró Jordi Pujol hijo de empresarios dedicadas a «la explotación de concursos, proyectos y licitaciones» del sector público catalán. Los empresarios y el propio «Junior» han argumentado que esos pagos se debían a sus labores de intermediación, con las que descubría oportunidades y desbloqueaba negocios. El juez, sin embargo, asegura que «no se han aportado pruebas que justifiquen los trabajos ni otro tipo de documentos como intercambios de comunicaciones, realización de informes, sobre la variedad de materias en las que se simularía la intervención» de «Junior».

Sin lógica mercantil

El juez, quien sospecha que esos pagos podrían ser comisiones irregulares, considera que las facturas de dichas empresas no tenían lógica mercantil. Algunas de las sociedades que hicieron estos negocios sospechosos con «Junior» son FCC, Copisa, Isolux o EMTE. El juez concluye que «no consta ninguna documentación que acredite las relaciones mercantiles que permitan dar credibilidad tanto a lo facturado como al importe».

«Descapitalización»

Desde que la Justicia puso su lupa sobre Pujol Ferrusola, el primogénito ha realizado «un progresivo proceso de descapitalización» de todos sus activos patrimoniales y financieros. El juez le acusa de tratar de alzar bienes para evitar el posible embargo de sus activos en esta causa que le investiga por blanqueo y delito fiscal. Las medidas cautelares, como la prohibición de disponer de cuatro casas y su parque de coches (seis de lujo, como un Ferrari y un Lamborghini), busca asegurar las posibles indemnizaciones que deba pagar si es condenado en un juicio. También han embargado sus cuentas.

Donación falsa a su hija

Dentro de esa estrategia de desprenderse de sus activos -además de vender bienes a su mujer Mercé Girones, también imputada- Pujol Ferrusola realizó una donación falsa de 585.000 euros a su hija «para acto seguido venderle un inmueble por 495.000 euros», «una maniobra de ocultación» que buscaba que dicho bien, una finca de Barcelona, tampoco se le atribuyera. El juez también ha bloqueado la cuenta en la que la hija de «Junior» recibió el dinero, desde la que compró la finca.

Financiar actividad política

El dinero de Andorra se movía a paraísos fiscales o «territorios off-shore» como Panamá, Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo, Uruguay o Islas Vírgenes. El juez sospecha que parte de estos capitales se utilizó para financiar «actividades políticas» como un museo de iconos religiosos en Andorra. «Junior» también destinó los fondos de Andorra para invertir en el extranjero con dinero negro.

El repartidor

El hijo primogénito se convirtió en la caja registradora de la familia. Cada vez que llegaba «un abono sospechoso» a sus cuentas, enviaba «cantidades iguales» a los depósitos de su madre Marta Ferrusola y de sus hermanos, todos titulares de cuentas en Andorra e imputados por la Justicia. También se repartían las comisiones mediante sociedades instrumentales. La Fiscalía aprecia vínculos entre todos ellos, con el primogénito a la cabeza, y ha pedido que la causa sobre la herencia familiar recaiga en la Audiencia Nacional.

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