Iglesias: «Si la lista de Errejón es la que gana, el liderazgo del partido sería suyo»

Pablo Iglesias redobla su apuesta. Con su decisión no solo de presentarse a la secretaría general sino de encabezar también la candidatura de su equipo al Consejo Ciudadano convierte la confrontación con Errejón no solo en una evidencia política, sino en una realidad para el inscrito de Podemos, que verá a Iglesias y Errejón enfrentados, encabezando cada uno una lista a la dirección.

Con ese movimiento, Iglesias redobla el pulso y la idea de duelo, pero a la vez aleja el escenario de que su futuro no esté en Podemos, ya que al presentarse también en esa lista tendría asegurado su puesto en el consejo ciudadano si dimite como secretario general, como ha planteado en varias ocasiones en caso de que la lista de Errejón sea más votada.

Con este movimiento, Iglesias trata de vincular al máximo una votación a la otra, ya que al contrario de lo que afirma Errejón él sí considera que lo que está en juego es el liderazgo del partido. Pero a la vez, al ir en esa lista, en caso de perder la derrota sería doble.

Este jueves, en los pasillos del Congreso, Iglesias ha insistido en la lógica del plebiscito: «Si la lista que yo encabezo gana, yo seguiré liderando esta formación y trataré de incorporar a las personas de otros equipos también», aunque en este punto ha advertido que «entenderé que nuestras ideas y nuestro equipo es el que de alguna manera tiene que tener el peso del liderazgo». Y ha insistido en que «si la lista que encabeza Íñigo Errejón es la que ganara, pues el liderazgo del partido sería evidentemente suyo y yo esperaría que contara conmigo en una posición lógicamente más discreta y distinta, pero para seguir ayudando a mi formación».

Respecto a la decisión de Carolina Bescansa, que abandona sus cargos afeando el clima que impone la tensión entre él y Errejón, Iglesias ha admitido que «en el último mes y medio no hemos dado la mejor de nuestras imágenes». Respecto a lo que Bescansa ha definido como «un choque de trenes» y ha pedido «desdramatizar» que finalmente haya que votar porque existen «diferencias legítimas».