El camino a la radicalidad del gobierno navarro

Ha apoyado a los agresores de Alsasua, ha permitido que la ikurriña ondee en los ayuntamientos navarros y todas las víctimas del terrorismo se unieron contra Uxue Barkos

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La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, consideró ayer que el Ejecutivo que ella preside no debía acudir al acto organizado por la banda terrorista ETA en Bayona el pasado sábado y que por ello no fue nadie del Ejecutivo ni en calidad de miembro del Gobierno ni a nivel personal. No estuvo, pero según aclaró dio un «apoyo claro y rotundo» al proceso de paz y estuvo donde «debía estar». Ainhoa Aznárez, presidenta del Parlamento foral, consideró por el contrario que sí debía ir a esa cita. Aunque no fue hasta la localidad francesa en calidad de presidenta, esta mujer sigue siendo la segunda personalidad de la Comunidad, después de la presidenta del Gobierno autonómico y estuvo ahí.

A pesar de que ambas dirigentes representan a todos los navarros, a la presidenta Barkos no le importó que Aznárez no solo acudiera a Bayona, sino que se dejara ver en público con un asesino de 17 personas, orgulloso de sus actos, tal y como reflejó la fotografía publicada en ABC y que hoy se certifica con otras dos instantáneas del encuentro. Barkos ha terminado apoyando ese encuentro.

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Es el último paso del gobierno navarro hacia una radicalidad insólita, después de diversas decisiones que han sumido a la Comunidad Autónoma en la confrontación. Este Ejecutivo tiene, por ejemplo, el dudoso mérito de ser el primero que consiguió que todas las víctimas del terrorismo de ETA se unieran en un comunicado conjunto. Acusaban al Ejecutivo de Uxue Barkos de mentir respecto a su apoyo e interés.

Pero hay más. El Gobierno de Navarra se ha empeñado en extender el euskera a toda la Comunidad foral, aunque sólo un 13% de su población lo habla. Según la oposición, el conocimiento de este idioma valdrá más que cualquier experiencia o formación para ingresar en la Administración. El Parlamento, con el apoyo del Gobierno de Navarra, también derogó la ley foral de Símbolos, lo que deja un vacío legal que permitirá que la bandera de otra comunidad autónoma como es la ikurriña ondee sin problemas en los balcones consistoriales de Navarra.

El apoyo a la foto con «el carnicero de Mondagrón» no ha sido tampoco el único respaldo a la órbita terrorista. Tanto el Parlamento de Navarra como el propio Gobierno trataron también de presionar a la Justicia para que la agresión de dos guardias civiles y sus parejas no fueran consideradas como terrorismo y se sumaron a la manifestación de apoyo a los agresores en Alsasua.

En materia económica, tampoco han dado en el clavo. La fuerte subida del Impuesto de Sociedades, el mayor de España, parece estar detrás del hecho de que sea la segunda Comunidad española que más empresas ha perdido el año pasado. En total fueron 73 más las que decidieron abandonar la Comunidad que las que se instalaron.

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