Iglesias y Monedero durante la entrevista
Iglesias y Monedero durante la entrevista - abc

Pablo Iglesias escenifica su reconciliación con el «filósofo» Monedero

El ex número tres de Podemos, entrevistado por Iglesias, insiste en que el partido debe recuperar el espíritu del 15-M y reivindica a Chávez

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Pablo Iglesias sentó ayer domingo en su programa «Otra vuelta de tuerka» a Juan Carlos Monedero, once días después de que el ex número tres de Podemos dimitiera de todos sus cargos, aunque Iglesias le presentó como «un compañero excepcional». No fue para explicar por qué se había marchado del partido, sino para hacer público, a través de preguntas, un perfil muy cercano sobre su trayectoria profesional y personal, repleto de anécdotas.

Con esta entrevista en «Otra vuelta de tuerka», el programa que presenta el líder de Podemos en un canal de internet, Iglesias quiso escenificar la reconciliación con uno de los fundadores del partido. En las declaraciones que precipitaron su marcha de Podemos, Monedero criticó a la dirección del partido por perder las esencias de lo que les llevó a la política.

«A veces nos parezcamos a los que queremos sustituir», dijo hace dos semanas.

Ayer, volvió a hacer una radical diferencia entre los que estuvieron en el 15-M y los que no estuvieron. «Mientras unos contruimos la politica sobre la realidad, otra parte mide a través de encuestas lo que significa, y eso vacía de contenido», afirmó. Monedero considera el movimiento 15-M «una gran conversación» que les «obligó a cambiar». Podemos no solo era un partido politico, sentenció.

Acercarse a las «bases»

El líder de Podemos presentó a Monedero como uno de sus «mejores amigos», a quien prefiere tener en la órbita del partido como un «espíritu libre» que cargos ejecutivos. La entrevista de ayer responde a esta estrategia. El exsecretario de Proceso Constituyente de Programa comentó: «Cuando creamos Podemos no eramos cartógrafos, sino que nos definimos como exploradores, para abrir nuevos caminos». Y recordó que alejarse de las bases significará estar condenados «a la gran mentira», «al todo para el pueblo, pero sin el pueblo». Aconsejó de manera disimulada a sus excompañeros volver al diálogo y al acercamiento con la gente de a pie.

La entrevista siguió un orden lineal y cronológico, con respuestas muy extensas repletas de «yo, mí, me, conmigo». Monedero relata su infancia en un colegio religioso de «gente rara», donde se le conocía como «el niño de la tienda» porque su padre regentaba un ultramarinos. Narra, como si de algo excepcional se tratara, que ni él ni sus hermanos pese a ayudar a su padre en la tienda «metíamos mano de la caja», «que nunca tuvo ningún problema en trabaja y estudiar». «Me di cuenta que las cosas no eran gratis».

Sobre su paso por Venezuela, Monedero recuerda que algo raro vió en Chávez porque «lo odiaban los americanos, la oligarquía latinoamericano y el Vaticano. «Algo bueno tiene que tener este señor», valoró. Para el fundador de Podemos, Chávez era un tipo que hizo grandes esfuerzos por recuperar las riquezas de su país. «Podía discutir con él, al ser extranjero me permitía la desobediencia y la disidencia», afirmó.

Y finaliza, no sin antes hacerse una declaración de amistad pura, hablando de su película preferida, de su canción, de su referente político y describiendo a grandes personajes como Tierno Galván o Boaventura de Sousa Santos.

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