Un momento del último mitin de Pablo Iglesias en Andalucía
Un momento del último mitin de Pablo Iglesias en Andalucía - ABC SEVILLA

Pablo Iglesias, el telepolítico que ya solo juega en casa

Tras su elección como secretario general de Podemos ha reducido sus minutos en televisión y solo aparece habitualmente en Cuatro y La Sexta

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«¿Sería Podemos lo que es hoy si no hubiera tenido los minutos que ha tenido en las televisiones privadas?», preguntaba Jordi Évole a Pablo Iglesias el pasado otoño, en «Salvados». «Claro que no», respondía entonces el político. En la estrategia electoral marcada por Iglesias había un medio de comunicación básico para llegar a las masas: la televisión. Su imagen en la pequeña pantalla, labrada a través primero de su programa en La Tuerka y luego en tertulias políticos en canales de todo pelaje (de Cuatro a La Sexta o Intereconomía) le otorgó la popularidad que deseaba para hacer llegar su mensaje.

La productora de «El gato al agua», la tertulia que le dio parte de su fama, explicaba hace poco por qué lo contrataron

: «Buscábamos dar una vuelta al programa, con gente por Twitter y trajimos a Pablo Iglesias, con una ideología bastante alejada de otros tertulianos, para debates cara a cara». El 25 de abril de 2013, durante la iniciativa «Rodea el Congreso», Javier Algarra presentó a Iglesias en el programa como «un profesor de ciencias políticas que apoyó el 15-M pero no ha apoyado el 25-A». «Gracias por la invitación, es un gusto cruzar las líneas enemigas y charlar en territorio comanche», respondía Iglesias.

Solo unos meses después, en enero de 2014, fundaba Podemos como instrumento político y se servía de todas sus intervenciones televisivas para promocionarlo de cara a las Elecciones Europeas de mayo. Tan conocida era su cara que fue impresa en todas las papeletas con las que su partido concurrió a los comicios. Sus detractores, con sorna, dieron a la formación el mote de «Pablemos» para hablar de su personalismo.

El «sopapo» de Ana Pastor

La irrupción de este movimiento en el tablero político y, sobre todo, las encuestas que le empezaron a otorgar por primera vez altas intenciones de voto, marcaron un antes y un después de la exposición pública de Pablo Iglesias, especialmente en televisión, un medio en el que hasta ese momento se movía como pez en el agua. En este sentido, una fecha aparece marcada en rojo en el calendario del político madrileño: el 16 de noviembre de 2014. Ese día, un recién elegido secretario general de Podemos acudía a «El Objetivo», el programa de Ana Pastor en La Sexta. Allí, la periodista le sacaba los colores y su pasado de entusiasmo bolivariano con varios vídeos de su etapa en La Tuerka. Fue el momento en el que decidió dar un paso atrás.

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Desde esa fecha la estrategia comunicativa de Pablo Iglesias cambió: se apartó de los focos y dejó el camino abierto al resto de sus compañeros en Podemos como Juan Carlos Monedero o Íñigo Errejón. Ellos serían los invitados ahora a tertulias, mientras que Pablo Iglesias se reservaba para entrevistas puntuales en determinados canales a su elección.

La nueva etapa llegó cargada de polémicas, como la de su renuncia a participar en el programa de Telecinco «Un tiempo nuevo», donde se canceló su entrevista después de que el canal se negara a aceptar la propuesta de Iglesias: una pregunta pactada que formularía la presentadora o las declaraciones de toda la cúpula del partido y no solo las de su líder.

El paso por Televisión española, que se acabó sustanciando en otra controvertida comparecencia en el programa «La noche del 24 horas», fue otro momento clave que cerró hasta la fecha las visitas de Pablo Iglesias a los canales «enemigos», donde se iba a encontrar con críticas a sus ideas políticas. Sus apariciones se han diversificado y ahora concede entrevistas a medios escritos, además de entregar «totales» a las televisiones en sus mítines de Cataluña, Andalucía o Valencia.

Dónde buscarle ahora en televisión

Actualmente, Pablo Iglesias solo aparece habitualmente para hablar en los canales de televisión que le son más afines y para los que colaboraba (a razón de unos 350 euros por intervención) en sus tiempos de tertuliano: La Sexta y Cuatro. Además, mantiene su propio programa de entrevistas.

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En el canal de Atresmedia participa habitualmente en La Sexta Noche, la tertulia política de la última hora de los sábados, que se emite desde las 21.30. Su forma de intervenir es variable: aparece con vídeos, conexiones en directo o, como el pasado sábado, con una entrevista extensa en el plató, en la que se sometió a las preguntas de los colaboradores y acabó llamando «Pantuflo» a Eduardo Inda.

Además, concede pequeñas colaboraciones con otros espacios del canal de televisión en el que se siente más cómodo. El domingo pasado se congraciaba con Ana Pastor para valorar en directo -desde la sede de su partido, sin acudir al plató- los resultados de las elecciones griegas. Y estos días aparece en las publicidades del mismo canal, en las que se anuncia la vuelta de «Salvados» con un divertido anuncio.

En Mediaset, interviene puntualmente para Las Mañanas de Cuatro (de lunes a viernes, de 12.20 a 14.00), respondiendo a la llamada de Jesús Cintora, poco acostumbrado a meterle en problemas, para hablar sobre temas de actualidad. La última ocasión en la que participó en el programa fue el pasado lunes, para comentar la victoria de Syriza.

Además, Pablo Iglesias mantiene su espacio en La Tuerka, la emisora de televisión que ahora opera en el diario Público y en YouTube. Ahí, él es el que hace las preguntas en «Otra Vuelta de Tuerka», su programa de entrevistas que emite los domingos y después cuelga en YouTube. Los vídeos de sus programas tienen una audiencia que oscila entre los 40.000 y los 600.000 visionados, como los que alcanzó su charla con Iñaki Gabilondo.

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