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El presidente del Gobierno, tras la agresión - FOTO: MIGUEL MUÑIZ / VÍDEO: DIARIO DE PONTEVEDRA

Rajoy, golpeado por un joven en un paseo electoral en Pontevedra

El agresor, de 17 años, le abordó durante un paseo en Pontevedra simulando querer hacerse un «selfie» y le asestó un fuerte golpeen la cara

Pontevedera Actualizado: Guardar
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El que iba a ser tal vez el último paseo de campaña de Mariano Rajoy, y además en su ciudad, Pontevedra –donde se crió– se cortó abruptamente por la agresión de un joven, menor de edad según fuentes policiales, que lanzó un puñetazo a la cara del presidente. Rajoy quedó momentáneamente aturdido, pero enseguida recuperó la compostura y dio por finalizado el paseo –que ya había llegado prácticamente a su fin–, aunque de inmediato preguntó dónde era su siguiente mitin y se encaminó hacia allí. Al llegar, quiso restarle importancia a lo ocurrido, dejándolo fuera de la campaña: no hubo referencias al puñetazo, salvo una broma sutil al inicio de su intervención, en un evidente intento de no amplificarlo.

El agresor, A. V. F., de 17 años, vecino de Pontevedra y sin antecedentes

, fue reducido de inmediato por los servicios de seguridad del presidente. Según se supo, en su perfil de Facebook reflejaba su simpatía por grupos radicales y relacionados con algún club de fútbol. Según pudo saber ABC, su padre es abogado de la Cámara de Comercio, su madre tiene una gestoría y él fue expulsado de uno de los colegios más elitistas del sur de Galicia. Fuentes cercanas al agresor explicaron a este periódico que «de vez en cuando se metía en líos», pero que con la misma actitud que la suya «te puedo nombrar a otros 500 chicos de Pontevedra». Al parecer, sus amigos le habían avisado que por los tuits violentos que escribía le podían arrestar, «pero no nos hacía ni caso». «No somos "hooligans" porque nos constituimos como grupo hace un año y no nos ha dado tiempo ni a desarrollar nuestras ideas y no hemos tenido ningún enfrentamiento», explicaron, informa Isabel Miranda. En la tarde de ayer, presumió en un grupo de Whatsapp que se iba a arreglar porque iba a agredir a Rajoy.

Decenas de paseos

Rajoy lleva toda la campaña, y también las semanas antes, realizando paseos por calles céntricas, sin que hasta la fecha se haya producido ningún problema ni altercado en ningún caso. En todos estos paseos, los ciudadanos se le acercan por cientos para darle un apretón de manos o, sobre todo, hacerse una foto con él. Sin ningún problema.

Ayer, tras un agradable recorrido por Cangas de Onís (Asturias), el presidente fue en coche al aeropuerto de Oviedo, desde donde se trasladó en avión a Vigo. Allí realizó su primer paseo gallego, sobre las cinco de la tarde, asegurando que iba a su tierra a «cargar las pilas». Pudo escucharse algún insulto a lo lejos, pero nada importante. Y al terminar, se desplazó en coche a Pontevedra, donde recorrió, acompañado por la ministra Ana Pastor, las calles céntricas de la ciudad. Un paseo más, exactamente igual que los demás.

Cuando el recorrido tocaba casi a su fin, un joven que permanecía junto al presidente, como cualquier otro que se le acerca para saludarle, le lanzó repentinamente y desde atrás un fuerte puñetazo a la cara. El presidente encajó el impacto, quedó un poco aturdido pero se recuperó rápidamente.

El presidente del Gobierno, tras la agresión
El presidente del Gobierno, tras la agresión - ABC

Mientras parte del equipo de seguridad reducía al agresor, los demás se llevaron al presidente, que intentaba tranquilizar a sus colaboradores y preguntaba por el siguiente acto, un mitin en La Coruña, hacia donde de inmediato se puso en camino. Sus gafas, partidas en dos, fueron recogidas por una persona de confianza. Rajoy llegó a La Coruña sin ellas, y con las señales de la agresión recibida claramente marcada en su rostro. Quiso tranquilizar a todos, y lo hizo mediante dos frases en twitter: en la primera, señalaba: «Agradezco de corazón las muestras de afecto y solidaridad que me estáis haciendo llegar esta tarde. Sigamos trabajando». En el segundo, insistía: «Me encuentro bien, voy de camino a dar un mitin en La Coruña. Sigamos construyendo una España en serio».

Al llegar al mitin, en el Palacio de Exposiciones y Congresos coruñés, se encontró con el lugar totalmente abarrotado, con cerca de 4.000 personas que lo llenaban en su interior y se apostaban también en sillas en el vestíbulo de entrada. Hubo un pacto de silencio para no hablar de la agresión: ninguno de los tres dirigentes regionales que intervinieron antes de Rajoy lo hicieron; sólo Alberto Núñez-Feijóo, el presidente regional, habló de que "España y Galicia no quieren extremismos, ni agresividad, sino respeto".

Pero el hecho era tan evidente como las marcas sobre el rostro del candidato cuando subió al escenario, sin sus habituales gafas. «Hemos pegado muchos carteles en la provincia de Pontevedra. Y aún se pegan; y muchos», bromeó sobre su agresión. Y ahí se acabó todo: repitió su discurso sobre lo hecho en España y la necesidad de mantener el rumbo, y sus cuatro objetivos: crear empleo. ocuparse de las personas, la unidad de España y la lucha contra el terrorismo. Su actitud inteligente dejó fuera de juego la agresión. Al salir del mitin, declaró encontrarse "bien".

Condena unánime

Tras el suceso, muchas personalidades políticas condenaron la agresión. Los candidatos a la Presidencia del Gobierno de Ciudadanos, Albert Rivera, y de Podemos, Pablo Iglesias, enviaron un mensaje al jefe del Ejecutivo para interesarse por su estado. Rajoy ha respondido al candidato de Podemos por sms: «Estoy bien, muchas gracias».

Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, expresó su condena y transmitió un mensaje durante el mitin en el que participó en el pabellón Príncipe de Asturias de Murcia. «Parece que a Rajoy le han agredido esta tarde y, en nombre de todos los socialistas y en el mío propio, le quiero trasladar nuestra solidaridad y condenamos la agresión que ha sufrido», dijo Sánchez.

Por su parte, la presidenta del grupo de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña, Inés Arrimadas, condenó la agresión y le deseó una rápida recuperación tras un acto de campaña en la localidad gerundense de Salt. «No daremos nunca apoyo a la violencia», destacó la líder de Ciudadanos en Cataluña, quien añadió que se posicionó «al lado de la gente demócrata». También Felipe VI telefoneó al presidente del Gobierno para interesarse por su estado, según ha informado la Casa del Rey.

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