Encuestas internas del PP indican caídas de PSOE y Ciudadanos

Las encuestas internas del PP le dicen que las cosas van bien. Que suben poco a poco -aunque dudan si alcanzarán el 30 por ciento de apoyos- y que también lo hace Podemos. Sin embargo, bajan Ciudadanos y PSOE. Con este panorama, Rajoy continúa su campaña de calle, de mítines en pequeños recintos, de dar la mano a los españoles. Este miércoles, a los de Palma de Mallorca. Un territorio complicado para los populares, que han perdido el poder autonómico y municipal para verlo en manos de tripartitos -PSOE con el regionalista Mes y con la versión mallorquina de Podemos-.

En el PP no quieren cambiar su estrategia respecto a los rivales: no tienen intención de «machacar» al PSOE, entre otras cosas porque tampoco les resulta de utilidad: los votos que pierdan los socialistas van a parar a Ciudadanos o a Podemos, raramente al PP.

De momento, lo que hacen es prepararse ya para el debate del lunes Rajoy-Pedro Sánchez, en el que piensan que el líder socialista va a echar el resto para intentar recuperar el terreno perdido hasta el momento.

Rajoy eligió un rincón del Parque del Mar, al pie de la catedral de Palma de Mallorca, para lanzar sus habituales mensajes en favor de las políticas populares de fomento del empleo. Se dijo optimista -lo dijo hasta tres veces- respecto a los resultados de las elecciones, y también dijo estar convencido de que la gente entendía cada vez mejor por qué habían tenido que tomar algunas decisiones muy difíciles durante esta legislatura. «Porque salimos a la calle y se las explicamos», dijo.

Respecto al futuro, insistió en que «las cosas están infinitamente mejor que hace cuatro años». Repitió sus cuatro objetivos básicos -empleo, unidad de España, las personas y la lucha contra el terrorismo-.

Se perdieron muchos apoyos en Baleares, recordó, tal vez por una gestión que no fue muy buena. En un escenario políticamente hostil, recordó su principal promesa electoral hasta ahora: bajar los impuestos en dos puntos en todos los tramos del IRPF. Dijo que no le gustan las ecotasas, porque dan un mensaje negativo a los que vienen de fuera. Y que seguirían apoyando las infraestructuras en Baleares. Prometió intentar llevarse bien con el actual gobierno regional balear, muy lejano de su propio partido, porque cree que hay que responder desde la política y desde los gobiernos sólo por el interés de los ciudadanos, sin tener «nada más detrás».