poster Vídeo
Pablo Iglesias y Albert Rivera - abc
Podemos y Ciudadanos elecciones 2015

La política se escribe ahora a cuatro manos

Los dos emergentes hacen historia al entrar en la mayoría de parlamentos autonómicos, aunque los de Iglesias vencen al partido de Rivera en su batalla particular

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si la palabra de esta campaña autonómica y municipal fue el «cambio», la que acompañó a la noche electoral fue «histórica». El cambio supone convertir en cuatricolor una política que hasta ahora se había escrito a dos manos. Y es histórico porque sus protagonistas eran dos partidos recién nacidos que han conseguido colarse en parlamentos autonómicos y ayuntamientos y sumar escaños hasta en decenas con un resultado previo de cero.

Pero había otra batalla, precisamente entre los dos emergentes, que iba a medir sus fuerzas como representantes de ese «cambio». Y esa la ganó Podemos, imponiéndose en todas las regiones salvo Comunidad Valenciana, donde empatados a escaños, los de Rivera lograron un puñado de votos más. Y ello, pese a la tendencia de las últimas encuestas que apuntaban a que Ciudadanos recortaba distancias con Podemos y lo superaba en muchas plazas clave.

La noche electoral dejó un sensación algo más agria en las filas de Ciudadanos, que vio algo enfriadas sus expectativas. Podemos será llave para coaliciones de izquierda en hasta ocho comunidades, frente a las cuatro que Ciudadanos podría brindarle al PP. En cualquier caso, desde la formación naranja ya advertían de que no hay que hacer una lectura de resultados en clave de pactos. Ni echando a Ciudadanos exclusivamente en brazos del PP.

Con el bipartidismo como enemigo común, las dos formaciones abren un escenario nuevo en la política española. La pérdida de votos de los dos grandes partidos ya es una victoria para los dos. Ambos han conseguido dotar de representación política a lo que hasta ahora sólo era un sentimiento demoscopico.

Pero el análisis del enfrentamiento entre los dos es también obligado. Finalmente fue Podemos quien se colocó con ventaja como referente del voto del cambio. Y más que Podemos, las candidaturas de unidad popular en las que se integraba o apoyaba la formación morada en las principales ciudades, que superaron ampliamente no solo a Ciudadanos sino también al PSOE en ciudades como Madrid, Barcelona o La Coruña.

A Ciudadanos parece haberle pasado finalmente factura una campaña electoral en la que el foco estuvo muy concentrado sobre ellos. Pero a cuenta de los problemas que la formación experimentó en algunas candidaturas y a las propuestas excesivamente polémicas que planteó Albert Rivera, con cuestiones como la prostitución o las drogas blandas. La campaña, sin embargo, sentó especialmente bien a Podemos, al menos en los que concierne a poner rostro a muchos de sus candidatos más desconocidos y sacar músculo volviendo a salir a las plazas.

Además, el perfil de candidatas como Manuela Carmena o Ada Colau ha resultado insalvable para un partido que sigue teniendo en la figura de su presidente su mejor activo.

Ver los comentarios