Díaz busca hoy la revancha frente a Moreno en el debate de la RTVE

Esta noche, casi a la misma hora que hace una semana (a las 22.00) y en otro canal, la conexión regional de la RTVE, volverán a batirse Susana Díaz (PSOE), Juanma Moreno (PP) y Antonio Maíllo (IU) en el segundo (y último) combate dialéctico antes del asalto electoral del próximo domingo. O lo que es lo mismo, van a confrontar proyectos, ideas e imagen en un plató la hija de fontanero, el nieto emigrante de jornalero y el hijo becado del talabartero, que en el primer debate de Canal Sur del pasado lunes blasonaron de orígenes humildes para huir de la etiqueta de «casta» que ha puesto a todo aquel que forme parte del poder establecido el partido llamado a revolucionar la representación electoral.

No están convocados al debate Podemos y Ciudadanos, a los que el sondeo de GAD3 publicado ayer por ABC convierte en tercera y cuarta fuerzas parlamentarias y con llave de gobierno.

El segundo debate televisado será el termómetro más fiable para medir el verdadero estado de la campaña. Del primero salió vapuleada la presidenta de la Junta. Susana Díaz, a quien todas las encuestas alejan de una mayoría absoluta, puede tomarse la revancha tras la derrota cosechada el lunes pasado. La mandíbula apretada y el gesto tenso que mostraba al abandonar el plató de Canal Sur reflejaban, sin necesidad de sondeos, el resultado del debate. El cordón sanitario que estableció en torno a su persona se vino abajo tan pronto como Moreno exhibió su foto con los expresidentes que le precedieron, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados por el Supremo en el caso ERE, nombres con carga de corrupción que la acompañarán a su pesar en su posteridad y que volverán hoy a salir a relucir.

La situación de partida de los aspirantes ha cambiado. A menos de una semana de la cita electoral, toca echar el resto para inclinar la opinión de quienes aún no han decidido su papeleta y mostrar un perfil más propositivo que combativo. Ya no hay lugar para vacilaciones, ambigüedades o claroscuros. Susana Díaz necesita ahora ganar por KO, según sostiene su principal contrincante. Y, sobre todo, convencer de que ha ganado.

En el otro extremo está el candidato del PP a la Presidencia de la Junta, Juanma Moreno, que entregado a una retórica más agresiva de lo que acostumbra, salió del debate confirmado como el líder del PP andaluz. Presidente ya lo es desde el pasado 1 de marzo. Sin quererlo, Susana Díaz, que nunca se refirió a él por el nombre que figura en los carteles electorales, lo ha ayudado. Tampoco estaba en su guión el tono crítico que mostró el candidato de IU. Antonio Maíllo hizo rápido borrón y cuenta nueva de los tres años de poder compartido con los socialistas para reprocharle a la presidenta su «desalojo» del Gobierno por puro interés electoral o la sombra alargada de los ERE y el fraude de la formación. Se olvidó de que su partido había contribuido a tapar parte de la corrupción vetando comisiones de investigación del caso Invercaria o de los cursos.