Trump suma nuevas victorias y ocurrencias en política exterior

Las primarias republicanas son ya pura inercia. Victoria tras victoria, Donald Trump se acerca al último día del proceso, el 7 de junio, como «presunto nominado» del partido y sin rivales. En Oregón, donde se votaba este martes, con Ted Cruz y John Kasich en las papeletas pese a haber suspendido su campaña, el magnate volvió a arrasar, con más del 65% de los votos, lo que le otorgará la mayoría de los 28 delegados en juego. Con ello ronda los 1.180 delegados, a poco más de medio centenar de los 1.237 (mitad más uno) que otorgan la nominación, pendiente de su ratificación en la convención de julio (Cleveland, Ohio, 18-21 de julio).

A diferencia de su segura rival en la elección presidencial, la demócrata Hillary Clinton, obligada a hacer frente todavía a Bernie Sanders en unas primarias más reñidas de lo previsto

, el millonario hace campaña pensando en noviembre. Tan pronto comparece en mítines planificados en aquellos lugares donde necesita reforzarse como reparte entrevistas y va dosificando nuevas propuestas. Sin dejar de lanzar ataques a la exsecretaria de Estado, objetivo número uno desde que terminó con todos sus rivales republicanos. Además, mantiene encuentros con expertos para ir afinando, como el que tiene previsto próximamente con el exsecretario de Estado Henry Kissinger. Además de servirle como acercamiento al establishment, su asignatura pendiente, el veterano experto en geopolítica le servirá de asesor en los múltiples retos que tiene planteados Estados Unidos.

En nueva ocurrencia, Trump declaró hace unas horas a la agencia Reuters que le gustaría mantener un encuentro con Kim Jong Un, el dictador de Corea del Norte y enemigo número uno de Estados Unidos y de todos sus aliados, para frenar su escalada nuclear. Según su teoría, una entrevista con el sátrapa sería «un gran cambio en las relaciones con Estados Unidos». Así mismo, asegura que presionaría a China para que ayudara a resolver el problema, país con el que, afirma, «tenemos una gran posibilidad económica de presionar». El magnate vuelve a jugar al juego que más le gusta, a mitad de camino entre la provocación y la exhibición de su habilidad negociadora, supuestamente superior a la de los políticos clásicos. En el caso de Rusia, esta vez Trump se mostró más en la línea tradicional del pensamiento republicano, cuando criticó sin ambages la política de Putin en Ucrania. El millonario pasaba página de esta manera a anteriores piropos hacia el presidente ruso, que le habían granjeado numerosas críticas.

En su entrevista con Reuters, Donald Trump se mostró muy crítico con el acuerdo del clima suscrito por el presidente Obama y la mayoría de los países en París. Y aseguró que lo revisará si es presidente.

El showman sigue calentando motores con vistas a la campaña presidencial, pendiente sólo de las primarias en el estado de Washington, el 24 de mayo, y de los últimos cinco estados en juego, el 7 de junio: California, Nuevo México, Montana, Dakota del Sur y Nueva Jersey.