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Cinco años de cárcel por causar un incendio en su celda de Puerto I

El tribunal rebaja la pena porque la Fiscalía tardó más de dos años en presentar su escrito de acusación

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La Audiencia Provincial ha condenado a un interno que cumplía condena en Puerto I a cinco años y un mes de cárcelpor provocar un incendio en su celda.

El fuego obligó a desalojar una galería y seis funcionarios debieron ser atendidos por inhalaciones leves de humo. Por suerte, el incidente se quedó sólo en eso, en un susto. El tribunal, sin embargo, subraya "el evidente riesgo" al que fueron expuestos más de una docena de reclusos y los trabajadores debido a la intensa humareda que inundó esa zona del módulo 1 de Puerto I.

Los hechos ocurrieron el 11 de junio de 2010, sobre las tres de la tarde. El condenado, Antonio Vázquez Caballero, colocó en la parte superior del 'cangrejo' (en la jerga carcelaria una de las dos puertas que cierran una celda) mantas y sábanas y les prendió fuego.

Por las rejas de esa puerta se propagó el humo que obligó a evacuar a los otros presos de la galería.

Los funcionarios acudieron con extintores para sofocar el fuego, pero en la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial se detalla que tuvieron dificultades para acceder al interior de la celda. El preso había colocado más ropa en la segunda puerta y al arder ésta dilató.

Esto complicó la entrada y rescate del interno, quien en el juicio sostuvo que su intención había sido quitarse la vida. Una explicación que cuestiona el tribunal ya que al declararse el incendio, según explicaron algunos testigos, fue visto sacando la cabeza por la ventana de la celda para intentar escapar del monóxido de carbono; o como llenaba "de agua el lavabo generando una cascada para así meter su cabeza bajo la misma produciendo un vacío en relación al humo".

Una galería del módulo 1 tuvo que ser evacuada

La motivación que llevó al interno a provocar el fuego es algo "irrelevante" para los magistrados a la hora de condenarlo por un delito de incendio. "El delito no exige dolo redundante o especial, basta con la intención de generar el incendio y que ello pueda poner en riesgo las restantes vidas".

Los seis funcionarios que necesitaron asistencia médica renunciaron a reclamar una indemnización.

La pena impuesta de cinco años y un mes de prisión se aleja considerablemente de la petición que había formulado la Fiscalía de Cádiz. En su escrito de acusación pedía catorce años de cárcel para el reo.

Reproche al fiscal

En la sentencia se cuestiona en cierta manera el papel que tuvo el Ministerio Público en este procedimiento. El tribunal ha aplicado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y responsabiliza directamente de estos retrasos injustificados en el procedimiento al fiscal. Tardó más de dos años en presentar su escrito de calificación: "una dilación a todas luces desmedida", recoge la sentencia.

Entre la apertura de diligencias tras ocurrir los hechos y la sentencia, firmada en diciembre, transcurrieron casi cuatro años y medio; a pesar de que el asunto "no presentaba complejidad alguna".

Esos retrasos también fueron invocados por la defensa, aunque reclamó en el juicio una mayor rebaja de pena, hasta los dos años y medio.

Los incendios provocados por internos forman parte de los incidentes que alteran la cotidianidad de los centros penitenciarios. El más reciente ocurrido en las prisiones gaditanos y del que se ha tenido constancia gracias a la denuncia sindical, ocurrió en septiembre de 2011 en Puerto III. Dos galerías debieron ser evacuadas. No hubo que lamentar daños.

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