Pedro Guillén, en las oficinas de Omega en Plaza del Duque
Pedro Guillén, en las oficinas de Omega en Plaza del Duque - JUAN FLORES
SECTOR INDUSTRIAL

El empresario francés que diseña refinerías de azúcar desde Sevilla

Pedro Guillén, hijo de emigranes españoles en Francia, fundó en 2004 Omega en la capital andaluza. Ahora el gigante de la ingeniería TSK Group ha comprado el 75%

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La firma Ingeniería Franco Española Omega (Ifeo) ha protagonizado una de las historias más exóticas dentro del panorama empresarial sevillano. Esta compañía nació en 2004 de la mano de Pedro Guillén, un ingeniero de minas francés (hijo de inmigrantes españoles) que desarrolló su carrera en una compañía especializada en el diseño de refinerías de azúcar denominada Sutra. En 2004 fundó Ifeo para hacer proyectos industriales llave en mano y situó su sede en la capital hispalense por una cuestión familiar (está casado con una sevillana a la que conoció haciendo turismo en la ciudad).

Una década después Pedro Guillén logró consolidar su sueño empresarial con su mayor adjudicación: la construcción de una refinería de azúcar en el puerto industrial King Fahd en Yanbu (Arabia Saudí) por 196 millones de dólares (175,6 millones de euros).

Para ejecutar esta planta —que puede procesar diariamente unas 2.500 toneladas de azúcar blanca— se alió con la firma asturiana TSK Group. En ese mismo momento Omega también suscribió un contrato con la cooperativa Carlos Pfannl de Paraguay para la puesta en marcha de una planta de producción de azúcar orgánica por 116 millones de dólares (104 millones de euros).

Ahora TSK Group ha dado un paso adelante y ha sellado la adquisición del 75% de Ingeniería Franco Española Omega, cuya sede principal seguirá estando en Sevilla (en la Plaza del Duque). Según indica en la última memoria corporativa el consejero delegado de TSK, Joaquín García Rico, a fines del pasado ejercicio tomó el control de esta compañía con el objetivo de adquirir «la tecnología necesaria para ejecutar proyectos como refinerías de azúcar, plantas de bioetanol, así como industrias agroalimentarias, contando con excelentes referencias técnicas en este campo». La operación es fruto de «una colaboración entre las dos compañías que ha dado como resultado que TSK y Omega ya estén ofertando varios proyectos en Arabia Saudí, Paraguay, Bolivia y Rusia».

El 25% restante de Omega permanece en manos de su fundador, Pedro Guillen. TSK es una ingeniería industrial con sede en Gijón, sus ventas superan los 750 millones de euros y su cartera de obra asciende a 1.500 millones de euros. El 97% de su negocio proviene de fuera de España.

Unos inicios difíciles

A pesar de que los grandes contratos y la entrada de TSK han puesto a Omega en el mapa, sus primeros pasos no fueron sencillos. «Los inicios del grupo fueron difíciles, pues dedicamos más de dos años al estudio y la elaboración de las ofertas», indicó Guillén a ABC en una entrevista. Su segundo gran escollo fue la financiación. En 2009 lograron el primer gran contrato: una refinería de azúcar por 126 millones de dólares (96 millones de euros) promovida por la sociedad Arabian Sugar Company (participada por el Reino de Bahreim junto a otros inversores). «Sin el apoyo financiero del propio cliente no habríamos podido ejecutarlo, ya que no encontramos ninguna entidad española que quisiera respaldar un contrato de tal magnitud a una sociedad con un capital social de 3.000 euros... nos tomaron por locos», recuerdó.

Tras este primer paso, el presidente de Ifeo adquirió 46,2% de Sutra Internacional (la sociedad en la que desempeño su actividad en Francia) y logró nuevos proyectos, como una planta de etanol para Industrias Sucroalcoholeras en Bolivia (85 millones), una refinería para la sociedad Compagnie Euro Mediterraneenne du Sucre en Oran o una factoría de cables de baja tensión en Túnez. «En este momento estamos estudiando oportunidades en países como Colombia, Perú, Bolivia o México», indica.

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