El «Trump checo», una nueva amenaza populista para la economía europea

Andrej Babiš, salpicado por la corrrupción, es contrario al euro, a las cuotas de refugiados y a una sociedad multicultural

Andrej Babiš celebra su victoria juto a su segunda mujer, Monika Babisova AFP

J. P. JOFRÉ

La fórmula populista no falla en Europa (ni en el mundo): escépticos a la modernidad, clase media insegura de disminuir estándar de vida, tradicionalistas temerosos de perder su tradición y trabajadores con empleos precarios luchando por la subsistencia son el votante cliente de un modelo de negocio político diseñado a medida para empresarios como Donald Trump en Estados Unidos, Sebastián Piñera en Chile, o más cerca, Andrej Babiš en la República Checa, pescador de respuestas simples en las aguas revueltas de una realidad global compleja como la actual.

Empresario millonario de 63 años y de origen eslovaco, Babiš se ha convertido en el 12° primer ministro de la República Checa luego que su plataforma electoral ANO 2011 arrasara con un 29,6% en las legislativas de la semana pasada, 11 puntos más con respecto a su estreno electoral en 2013. Ano significa sí en checo y es la sigla de Akce Nespokojených Obcanu (Acción de Ciudadanos Descontentos) fundada el 11 de mayo de 2011 y de ideología centrista, populista y liberal, y que justo antes de los comicios comenzó a ser investigada por presunto uso fraudulento de fondos europeos.

Declarado euroescéptico y el segundo hombre más rico de República Checa, Babiš creó una fortuna personal de 4.000 millones de dólares en los sectores de la industria química, alimenticia y en los medios. Ex ministro de Finanzas y ex vice primer ministro de Economía antes de ser destituido por supuestas irregularidades, el millonario checo basó irónicamente su campaña en una plataforma anticorrupción y de inconformidad con la Unión Europea (UE) y la clase dirigente. Paradójicamente, la investigación de fraude sobre ANO 2011 propulsó su victoria con 78 de los 200 escaños de la Cámara.

Su fortuna supera los 4.000 millones de dólares

Escándalos no le han faltado: fraude, pero también que fue policía secreto durante la época comunista. Babiš ha prometido administrar el país como una empresa, insistiendo que sus innovaciones cuando fue ministro han puesto las finanzas checas en orden: economía en superávit y aumento del poder adquisitivo. Esto antes de perder su inmunidad parlamentaria y de enfrentar a día de hoy dos investigaciones separadas de la policía checa y de la unidad antifraude de la UE por la construcción de una extravagante hacienda y centro de conferencias conocido como el Nido de la Cigüeña.

Control de los medios

Padre de cuatro hijos y casado en segundas nupcias con Monika Babisova (43), el flamante primer ministro nació en la capital eslovaca de Bratislava, hijo de un diplomático del régimen comunista checoslovaco para la exportación e importación de productos agrícolas. Como miembro del partido comunista checoslovaco, el padre de Babiš representó a su país en Ginebra durante las negociaciones del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). El primer ministro pasó su infancia en Francia y Suiza, y siguiendo el mismo camino que su padre, estudió económicas y luego comercio exterior.

Contrario al euro, a las cuotas de refugiados, a una sociedad multicultural y a la política tradicional, Babiš es según Forbes uno de los 600 hombres más ricos del mundo gracias a su grupo de empresas Agrofet, y sus dos diarios de tirada nacional, tres estaciones de televisión y dos de radio –razón por la cual se le conoce también como el pequeño Berlusconi–. Babiš se presenta como un hombre que ha luchado contra obstáculos y trabas burocráticas de sus socios en la coalición, y se atribuye decisiones populares como la subida de las pensiones durante su época en Finanzas.

Al calor de la caída del Muro de Berlín

La República Checa, miembro de la Unión Europea desde 2004, está pasando por un buen momento económico con un notable crecimiento (4,7% en el segundo trimestre) y la tasa de desempleo más baja de la UE con el tres por ciento. En este contexto , el programa electoral de Babiš rechaza la adopción del euro, algo que muchos en su partido no comparten, y apuesta por eliminar el Senado, reducir a la mitad a los actuales 200 miembros de la Cámara Baja e implantar un sistema electoral que facilite mayorías absolutas. Militante del Partido Comunista de la entonces Checoslovaquia entre 1980 y 1989, los críticos de Babiš dicen que sus buenos contactos con la élite del país le ayudarían a crear su imperio económico tras la caída del Muro de Berlín en 1989. Premiado en 2016 como «Ministro del Año» por la revista especializada «Emerging Markets», el primer ministro es contrario, al igual que el presidente Milos Zeman, a las sanciones a Rusia por la anexión de Crimea.

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