Sillas vacías

Parece sorprender que CEIM, la patronal madrileña, después de coincidir en múltiples ocasiones con las políticas económicas de los gobiernos de España y de nuestra comunidad y ayuntamiento haya denunciado, después de tratar a fondo los temas en sus juntas directivas, los daños que sufrirán las empresas con las recientes subidas de impuestos -sabemos de las imposiciones de Bruselas y la debilidad de los 137 diputados pero se debió reducir gastos- y la improvisación e inoportunidad del cierre de la Gran Vía. CEIM promovió y consiguió, con el apoyo unánime de sus iguales, que la negociación colectiva en convenios no se limite a establecer un techo salarial. En su lugar propuso que se abordara, sin complejos, una profunda revisión del muy perfectible modelo laboral español.

CEIM fue y es pionera de mantener la primacía del convenio de empresa sobre el convenio colectivo. Beaumarchais decía «Sans la liberte de blamer, il n'est point d'eloge flatter» ('sin la libertad de criticar no hay elogio que valga'). Este modelo de patronal es el que soñamos y diseñamos un reducido número de empresarios cuando fundamos la Institución, hoy más necesaria que nunca a pesar de nuestros fallos y carencias. Es el «Regreso al Futuro» que deseamos.

El tema de las pensiones es de una extraordinaria complejidad técnica. Todos sabemos que la única solución real es seguir creando empleo cada día mejor pagado que genere ingresos en la Seguridad Social, lo que no es fácil y llevará tiempo. Deseo que la Comisión de CEOE elabore pronto una propuesta que sea discutida a fondo en la junta directiva para que la patronal española tenga una posición oficial e inicie una negociación a fondo con el gobierno Rajoy.

Continúan los acuerdos económicos esperanzadores entre PP y PSOE como el alcanzado para evitar el corte de electricidad en los hogares más afectados por la crisis. Es una muestra de solidaridad y responsabilidad ante los que menos tienen.

Cuando miro hacia atrás veo muchas sillas vacías en las patronales de personas a las que debemos mucho y sillas vacías de seres entrañables en familias, a los que nunca olvidaremos. Las personas pasamos; las instituciones y las familias permanecen.