El primer AVE Talgo fabricado para Arabia Saudí, conocido como el «AVE de los peregrinos», en el puerto de Barcelona
El primer AVE Talgo fabricado para Arabia Saudí, conocido como el «AVE de los peregrinos», en el puerto de Barcelona - EFE

Las obras del AVE a La Meca se demoran a octubre por el incumplimiento chino

Las empresas españolas estiman que la vía no estará terminada en verano por el retraso del grupo chino-saudí que se encarga de la primera fase del contrato

MADRID Actualizado: Guardar
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Las obras de construcción del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, que desarrolla un consorcio formado por una docena de empresas españolas (entre ellas, las públicas Renfe, ADIF e Ineco y otras privadas como Talgo, Copasa, OHL y ACS), siguen oficialmente el calendario previsto, después de que el Gobierno saudí pidiera a las compañías adelantar la inauguración de una primera fase a comienzos del año que viene. Sin embargo, las demoras en la entrega de la plataforma -la fase inicial del megacontrato otorgado al consorcio Al Rajhi (formado por Mada, Al Rajhi y China Railway Engineering Corporation)- han obligado a variar las previsiones, de nuevo, a las compañías de nuestro país que se encargan de la construcción del trazado.

Según fuentes del consorcio español Al Shoula, ya se encuentran finalizados 324 kilómetros de los algo más de 449 kilómetros de los que se compone el proyecto (un 72,2% del total). En las últimas estimaciones del pasado mes de noviembre, OHL y Copasa confiaban en tener finalizada en agosto, por completo, la infraestructura. Pero el hecho de que aún permanezcan 36 kilómetros pendientes de recibir en el tramo correspondiente a la constructora gallega y 14 kilómetros en el segmento de la sociedad presidida por Juan Miguel Villar Mir ha forzado un nuevo aplazamiento: se calcula que la vía férrea estará terminada a partir del mes de octubre, siempre y cuando no se produzcan nuevas demoras por parte del consorcio chino-saudí. «Se puede dar la situación de que si se producen nuevos retrasos deberemos permanecer parados a la espera de que realicen la entrega de la plataforma», confían estas fuentes.

No es la primera vez que las obras de la primera fase producen retrasos en el consorcio español: hace un par de años se incrementó el plazo máximo para ejecutar la obra desde los 40 hasta los 51 meses, una decisión de Riad que se atribuía, precisamente, a la tardanza en la entrega de las obras de la plataforma.

Divergencias en el consorcio

No han sido meses sencillos para el consorcio Al Shoula, que incluso ha tenido que lamentar el fallecimiento, durante el pasado mes de febrero, del joven de 30 años Sergio Rivera Moles, trabajador de Inabesa, filial de la empresa Abengoa, y natural de Granada en un accidente laboral, según confirman desde la empresa andaluza.

En las últimas semanas las conversaciones por los sobrecostes surgidos por nuevas exigencias del contrato, así como el apremio que ha impuesto el Ejecutivo saudí para estrenar el tren de alta velocidad, ha distanciado no solo a las empresas españolas entre sí, sino que también provocó momentos de tensa negociación con el operador saudí ferroviario (SRO, por sus siglas en inglés), el cliente del proyecto.

De hecho, OHL llegó a retirar su apoyo al consejero delegado del consorcio, Santiago Ruiz. Fuentes de la dirección de Al Shoula restaron importancia a la decisión del grupo de Villar Mir, diferencias que vincularon al complicado encaje entre las reclamaciones del heterogéneo grupo de empresas y reiteraron su apoyo a Ruiz, que -garantizan- no abandonará su puesto. Incluso, el consejero delegado de OHL, Josep Piqué, quitó hierro al asunto en la presentación de los resultados de 2015, cuando subrayó que el proyecto del «AVE del desierto» avanza correctamente, «cobrando bien y manteniendo buenos márgenes», pese a que reconoció la existencia de «un problema de gobernanza y en la relación del consorcio con el cliente».

En este sentido, las empresas trabajan para que SRO reconozca dichos sobrecostes, aún no cuantificados, además de una ampliación del plazo de ejecución -por si la fase de la plataforma continúa acumulando demoras- y oficializar, mediante una modificación del contrato, el anticipo de la inauguración. De momento -y esto es una observación que se repite, sin variaciones, entre la mayoría de las compañías, tanto públicas como privadas- no se están produciendo retrasos en los pagos por parte del Gobierno saudí, pese a que el fuerte descenso del precio del petróleo ha despertado los temores por la salud de sus cuentas públicas.

Mientras tanto los medios locales anticipan que antes del Ramadán, que empezará a comienzos de junio, se realizarán pruebas en diversos tramos, entre ellos entre Yeda y Rabigh y en segmentos entre La Meca y Yeda. OHL y Copasa esperan resolver antes uno de los puntos más conflictivos, la acumulación de arena en un 15% del trazado total, con la instalación de barreras laterales a lo largo de la vía, solución que se sumarán a las placas de hormigón que sustituyen al balasto en las zonas donde las tormentas de arena resultan más frecuentes. Ambas compañías asumirán al 50% el coste de estas soluciones técnicas.

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