Moscovici, un comisario más francés que europeo

Moscovici daría a un Hollande debilitado una baza para que Bruselas también suavice el ajuste en Francia

Estrasburgo Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En la Comisión Europea se supone que ninguno de sus miembros está representando a su país. De hecho, sus decisiones se toman siempre de forma colegiada, de manera que se pueda garantizar que no habrá nadie que se dedique a actuar en favor de su país. Pero eso es en teoría. En la práctica existen muchas maneras para que un comisario pueda favorecer los intereses de su país, en la mayor parte de los casos del Gobierno que le ha designado para el cargo, aunque todos los comisarios se esfuerzan por mantenerse dentro de los límites de la corrección. El responsable de economía, Pierre Moscovici, es seguramente uno de los miembros del colegio de comisarios que más se ha caracterizado por actuar -casi siempre sin mucho disimulo- para echar una mano al Gobierno francés del que él formaba parte.

Por eso, es inevitable que el hecho de que haya decidido ahora lanzar esta idea de conceder a España dos años haya suscitado ciertas susceptibilidades sobre si está pensando solo en lo que cree que es mejor para España o si lo que necesita es un argumento para justificar una mayor flexibilidad en otros casos.

Moscovici se ha quejado recientemente de cierta incomprensión por parte de la prensa española y especialmente de las críticas que le llovieron cuando adelantó inesperadamente que España no cumpliría con el objetivo de déficit este año a pesar de las previsiones del Gobierno de Rajoy. Cuando el propio Ejecutivo tuvo que rectificar aprovechó para reivindicar su posición públicamente, porque también es un político muy sensible a las críticas y las acusaciones hacia su exceso de parcialidad habían tenido cierta resonancia en el seno de la Comisión.

Por eso resulta tan difícil ahora pensar que esta propuesta de conceder dos años a España es solo una idea altruista y que no tiene nada que ver con otros planes. Una mayor flexibilidad hacia España serviría no solo para intentar mejorar su imagen en un entorno de contestación creciente contra las políticas de rigor presupuestario pero no se sabe qué efectos podría tener en medio de la campaña electoral española ni quién podría beneficiarse de un elemento de este calibre. Teniendo en cuenta su persistente hostilidad hacia España, cabe pensar que él mismo esté tratando de rectificar.

¿Motivaciones políticas?

Aunque se ha reunido con el líder del PSOE Pedro Sánchez, no sería posible pensar que lo hace para intervenir en la política interior española. Algo así resulta impensable en cualquier caso. Si hubiera una elección que le podría interesar a Moscovici no sería la española en todo caso. La elección presidencial en Francia está prevista para 2017 y François Hollande -socialista- llega en condiciones muy inquietantes.

En su caso el trabajo de reducción de déficit va mejor que en el español, pero seguramente no le vendría mal cierta flexibilidad por parte de Bruselas para hacer frente al descontento creciente en las calles. Y para justificar la manga ancha con Francia, nada mejor que decir que ya se ha tenido con España.

Ver los comentarios