El presidente saliente del Banco Popular, Ángel Ron
El presidente saliente del Banco Popular, Ángel Ron - JUAN MANUEL SERRANO ARCE

Maniobras «orquestadas» en el Popular... Lo que la verdad esconde

¿Pero no habíamos quedado en que todo el plan era correcto porque tanto los consejeros como los accionistas lo habían dado por bueno?

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Alguien miente. O no dice la verdad. O peor aún, la esconde. Pero algo más que raro, y algunos se atreven a decir que hasta «oscuro», late en el fondo de lo ocurrido en los últimos meses en las tripas de Banco Popular. ¿Maniobras «orquestadas» desde dentro y/o... desde fuera? Lo cierto es que si la razón por la que le estalló la crisis en toda la cara al aún hoy presidente de la entidad financiera, Ángel Ron, fue el haber decidido hacer una ampliación de capital para sanear las cuentas del banco -por cierto, medida «clave» para abordar el plan estratégico futuro y apoyada por unanimidad en consejo de administración a mediados de este año-, poco sentido tiene que se cumplan los rumores que corren por aquí y acullá que advierten de que el posible nuevo máximo ejecutivo del Popular, en principio Emilio Saracho, vicepresidente mundial de JP Morgan, quiera volver a plantear otra ampliación de capital para «también» enderezar el rumbo.

¿Pero no habíamos quedado en que todo el plan era correcto porque tanto los consejeros como los accionistas lo habían dado por bueno? El caso es que los mercados y, dicen las mismas fuentes, las filtraciones interesadas a algunos medios de comunicación desde dentro y fuera del consejo -¡con información confidencial!- no han ayudado nada... Más bien todo lo contrario. De hecho, han derivado en un exceso de posiciones a corto y bajistas que han hundido día sí, día también, el valor de la acción en Bolsa. Apoyado, además, en informes de algunos bancos de inversión «machacones» sobre la idoneidad de las medidas del plan. Lo que terminó dejando al banco a tiro de opa. No en vano, y según fuentes financieras, hubo hasta una oferta con opción a sentarse a negociar antes del anuncio de cambio de presidente. Fue BBVA. Su presidente, Francisco González, dicen, llegó incluso a hablar con Ron para llegar a un acuerdo... Músculo, desde luego, BBVA tiene suficiente como para absorber los 128.000 millones del balance del Popular, pero el plan de seguir independientes, para Ron, es una opción intocable... ¡si lo había aprobado el consejo! Y en dos años, además, con dicho plan el banco seguirá en solitario y saneado.

Y es que a pesar de que el plan se está ejecutando en línea con lo previsto, para algunos expertos y para algún que otro político con mano financiera, el Popular no ha salvado aún todos los obstáculos para el proyecto de su nueva inmobiliaria, clave para avanzar en su estrategia futura, a pesar de haber recibido el visto bueno de los supervisores y apoyado por inversores. El «Popu», afirman, es una perita en dulce y lo mismo acaba en manos de fondos buitre (¿mexicanos?) que terminen por desguazarlo. ¿Es eso lo mejor para sus accionistas? ¿Es lo que quieren las autoridades competentes? O ¿es lo que quieren unos pocos, de dentro y fuera interesados en «pillar cacho»? ¡Alguien, más de uno, esconde la verdad!

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