El Gobierno abre la puerta a revisar al alza su previsión de crecimiento económico para este año

Más actividad económica de la prevista. El Gobierno contempla la posibilidad de elevar su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para esta año, fijada ahora mismo en el 2,5%, después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haya elevado la suya al 2,6%. Así lo ha insinuado este miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos, durante el XXIV Encuentro ABC del Sector Financiero, donde ha admitido que el pronóstico que incluye el cuadro macroeconómico del Ejecutivo se está quedando atrás respecto a las proyecciones del FMI y el consenso de analistas.

Esa revisión llegará previsiblemente en el Programa de Estabilidad anual que el Ejecutivo debe enviar este mismo mes a la Comisión Europea. El propio Gobierno ha admitido en varias ocasiones desde la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de que sus previsiones eran muy conservadoras, y todos los analistas señalaban que el pronóstico del Ejecutivo era a la baja.

La decisión, en todo caso, aún no está tomada, según ha matizado De Guindos, quien eso sí confió incluso en que el FMI vuelva a revisar al alza en otoño su proyección para el PIB de España.

De Guindos destacó ese ritmo de crecimiento de la economía española, por encima del resto de países europeos; el ritmo de creación de medio millón de empleos a año, y la consolidación del superávit de la balanca por cuenta corriente, entre otras cosas. Ahora bien, el ministro ha explicado que su departamento continúa trabajando además en más reformas, algunas de ellas en el ámbito bancario.

En concreto, Economía ultima una reforma de la ley hipotecaria, a través de la transposición de una directiva europea, con el objetivo de dar más transparencia a estos préstamos y "eliminar cualquier rastro de opacidad" en su clausulado, según De Guindos. Ademá, el Gobierno abordará durante esta legislatura de reforma pendiente del sistema de cooperativas de crédito para mejorar su gobernanza, esclarecer el régimen de las aportaciones al capital de estas entidades y las cooperativas deberán crear una especie de fondo de garantía común al que recurrir en caso de problemas en este segmento del mercado.