El consejero delegado de Telefónica, durante la entrevista con ABC en 2012
El consejero delegado de Telefónica, durante la entrevista con ABC en 2012 - ÓSCAR DEL POZO

Familia, maratones y el Real Madrid, las tres grandes pasiones de José María Álvarez-Pallete

Días antes de ascender a consejero delegado de Telefónica, el directivo concedió en 2012 una entrevista a ABC en la que conversaba sobre sus aficiones e inquietudes

MADRID Actualizado: Guardar
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[A continuación reproducimos la entrevista que José María Álvarez-Pallete concedió a ABC en 2012, días antes de ser nombrado número dos de César Alierta, a quien ahora sucede al frente de Telefónica]

Todo empezó en el año 2007, cuando José María Álvarez-Pallete, su hermano y tres colegas consiguieron dorsales para correr el maratón de Nueva York. La experiencia les gustó y decidieron repetir al año siguiente, pero corriendo todos con la misma camiseta: la de Proniño, la fundación de Telefónica que se dedica a erradicar el trabajo infantil en la América Latina, y que es ya la mayor organización de cuidado de la infancia del mundo por detrás de Unicef. En 2008 se juntaron 16 corredores.

En el 2009 fueron 37. El año pasado [por 2011], 200.

«Cada uno se paga su viaje y su estancia en Nueva York. Telefónica consigue los dorsales y da la camiseta. Se hacen apuestas sobre la resistencia del corredor y Telefónica dobla las apuestas, y ese dinero va a las escuelas, con lo cual los niños animan a los que corren a través de la web», cuenta emocionadísimo. Y añade: «A nadie le pedimos que gane, pero sí que cuando estén hechos polvo y a punto de abandonar recuerden que representan a Proniño y den un paso más. En cinco años solo ha abandonado la carrera uno de entre 600 y 700. Una chica que corría el año pasado sufrió un desfallecimiento, la metieron en una ambulancia, le pusieron suero, se bajó de la ambulancia… ¡y acabó el maratón!».

Jesús, qué espíritu. No es de extrañar que este hombre se levante cada domingo del mundo a las siete y media para ir a correr con sus compañeros de equipo. Nada, una carrerita ligera, 15 kilómetros del ala a la ida y a la vuelta, Jarama arriba y Jarama abajo. A las once está en casa para asistir al despertar general familiar. Tiene tres hijos de 17, 14 y 9 años, y él y su esposa se pasan el día yendo y viniendo, llevándolos al tenis, al fútbol, a comer fuera…

¿Un padre dominguero? Lo destinaron a Telefónica Latinoamérica en el 2002, año del nacimiento de su hijo menor, Alejandro, al que durante todo ese tiempo nunca vio más de tres semanas seguidas. Pero atención a lo que hacía para verle, a él y a sus hermanos: sencillamente, cruzaba el charco TODOS los fines de semana. "En nueve años dormí en el avión 767 noches, que son más de dos años; valía la pena", evoca. De aquella hazaña le quedó un cólico en el riñón, declarado, por supuesto, en pleno vuelo.

Poco a poco nos vamos familiarizando con la fanática energía de este personaje. Tanta energía que no toma nunca café, ni en el desayuno. Su otra gran pasión de los domingos, después de la familia y de correr, que es el Real Madrid, también tiene que embridarla un poco para que no se lo lleve por delante. Ya no ve los partidos, para no acabar de los nervios. ¿Es de los críticos con los nuevos usos "made in Mourinho"? Álvarez-Pallete guarda un silencio enigmático. Se reivindica «raulista» y proclama su adhesión a los valores madridistas «de toda la vida».

También se proclama un hombre feliz con su presente que no tiene tiempo ni ganas de especular con su futuro. En Telefónica ha encontrado la catapulta de sus afanes visionarios, empresariales y no sólo. De los años en Latinoamérica queda la aventura de Proniño e historias como la de Beliza Coro, la pequeña que vendía hortalizas en el mercado de Quito. Por cuatro veces recayó Beliza en el trabajo infantil y por cuatro veces volvieron a ir a por ella para llevarla a la escuela. Acabó licenciándose como abogada, ganando becas para Israel y Estados Unidos. Ahora, Beliza trabaja en Telefónica en Ecuador.

Luego, está el proyecto Wayra, consistente en crear viveros de empresas y de ideas para retener en España y en Europa a jóvenes lumbreras tecnológicas que si nadie lo remedia se irán con su magia a otra parte. Y aparte de perder todo su talento, entonces habrá que comprar su tecnología a los americanos o a los chinos mucho más cara… «Para España hay una salida a la crisis basada en la tecnología, tenemos un potencial muy alto", constata, recordando que Wayra forma parte de un programa global mucho más ambicioso, Think Big (Piensa a lo grande). Pero advierte: "Hay que frenar como sea la actual fuga de cerebros, que es brutal». Es hora de ponerse las pilas y la pasión.

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