Un relevo sin sobresaltos

César Alierta preside Telefonica desde hace 16 años, su relevo era la decisión más importante que le quedaba por tomar, quizá la más difícil ya que no es fácil, siempre hay una causa razonable, algo pendiente de resolver. El tiempo de Alierta estaba cumplido, se trataba de elegir el sucesor y el momento y, sobre todo, evitar interferencias poco deseables. También proceder con tanta cautela como determinación, quizá por eso el relevo se ha anunciado unos días antes de la celebración del consejo de la compañía que tiene que formalizar el relevo. De esta forma el relevo se produce sin tensiones públicas y externas lo cual contribuye a un tránsito pacífico y ordenado.

La otra cara de la decisión era el nombre del sucesor.

José María Alvarez-Pallete estaba en la lista corta de posibles sucesores de Alierta. Lleva más de 15 años en la compañía y forma parte del equipo de éxito de la compañía y que conoce perfectamente. Por edad, por formación y por experiencia el nueve presidente, una vez que el consejo bendiga la elección, parece como la mejor opción; continuidad y también renovación.

La valoración de la década y media de Alierta necesita más tiempo y sanidad que esta nota, pero la diferencia entre la Telefónica que tomó y la je deja es tan evidente como abismal. Muchos dudaban que la Telefónica que dejó Villalonga pudiera sobrevivir en el nuevo mapa mundial del sector; no sólo lo ha hecho sino que es uno de los jugadores mundiales que cuenta.