El Brexit impactará en el turismo, el comercio y el ladrillo en España

La depreciación de la libra encarecerá las vacaciones de los turistas británicos en España, el 23% del total de visitantes foráneos

MADRID Actualizado: Guardar
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El tsunami político y económico provocado por la decisión de la mayoría de los británicos de salir de la UE tendrá consecuencias que aún resulta difícil calibrar, pero serán sin duda históricas. Al margen de las numerosas incógnitas por despejar, la economía española no será ajena al impacto del Brexit. Mucho se ha hablado ya de la presencia de empresas españolas en el Reino Unido (Banco Santander, Ferrovial, Iberdrola, Telefónica...), pero la onda expansiva va más allá. Los primeros análisis ya hablan de que en España el impacto puede llegar a ser considerable en sectores como el turístico, el comercio o el inmobiliario.

En el primer caso, no hay más que echar un vistazo a los datos de llegadas de turistas extranjeros.

El año pasado 15,6 millones de visitantes británicos eligieron nuestro país para pasar sus vacaciones, cifra que además aumentó un 4,5% en relación con el año anterior. Este colectivo supone el 23% del total del turismo internacional que recibe España. Además, la industria turística española está organizada por mercados emisores, de modo que los británicos, por ejemplo, están concentrados en la zona de la Costa de Sol y de Menorca, dos zonas cuyas asociaciones hoteleras ya han dado la voz de alarma sobre las consecuencias de una reducción en la llegada de turistas británicos.Javier González de Lara, presidente de la patronal de empresas de Andalucía (CEA) alertó el mismo día que se conoció la decisión de los británicos de salir de la UE que «tendría serias consecuencias para la economía española, sobre todo en el turismo aunque no solamente».

La cuestión no es que ya no vayan a venir, ya que todo apunta a que el clima del Reino Unido seguirá siendo el de siempre, de modo que la necesidad de sol y buena comida continuarán actuando como imanes para ellos. El problema será el precio. La libra esterlina ha tocado mínimo de 31 años y ahora está en un cambio alrededor de 1,2 unidades por euro, cuando hasta hace poco costaba alrededor de 1,5 euros.

La depreciación de su divisa hace que de modo automático las vacaciones en cualquier país del euro les salgan más caras. El efecto, no obstante, no será inmediato para aquellas reservas realizadas con antelación, práctica habitual en los países por encima de los Pirineos, pero sí se notará en las que se realicen desde ahora. Además, algunas aerolíneas y agencias de viajes incluyen en sus contratos cláusulas por las que se reservan el derecho de cobrar un suplemento si el precio del combustible sube entre el momento de la compra y el de la realización del viaje. Hay que recordar que el combustible se paga en dólares, divisa que también se ha apreciado respecto a la libra, de modo que el sobrecoste está asegurado. También la estancia les saldrá más cara. Y las cifras no son pequeñas ya que los turistas ingleses se gastaron alrededor de 14.000 millones de euros el año pasado en España, con una alza de un 10%.

Un futuro incierto

En materia comercial, España exportó bienes y servicios por importe de 18.231 millones a Reino Unido en 2015, frente a unas importaciones de sólo 12.586, lo que arroja un saldo positivo a favor de España de 11.000 millones, alrededor del 1,1% del PIB de nuestro país. La partida comercial es una de las que tiene más incógnitas ya que, cuando Reino Unido deje de formar parte de la UE tendrá que pagar aranceles para exportar sus productos a ese territorio, lo que supuestamente encarecerá sus productos y podría reducir sus exportaciones. Ni que decir tiene que todas las dudas que ha abierto el Brexit se traducirán en una merma de la confianza de los propios ciudadanos británicos, de tal modo que es muy probable que caiga el consumo en ese país y, como consecuencia, la importación de productos.

Algunos economistas ya se han atrevido a poner cifras al impacto directo del Brexit en España. El Centro de Predicción Económica (Ceprede) ha calculado que podría oscilar entre el 0,3 y el 0,6% del PIB simplemente por la reducción de los ingresos por bienes y servicios. Otras casas de análisis hablan tan sólo de impacto marginal económico a corto plazo, ya que el PIB de nuestro país es sobre todo consumo e inversión, por lo que el sector exterior tiene menos peso. Este mismo viernes, los expertos de Bankinter coincidían en que el crecimiento de la economía española se frenará ligeramente en 2017 y 2018 por el adiós de Reino Unido, hasta el 2,5% y el 2,4%, respectivamente, mientras que este año se mantendrá en el 2,8%. El golpe más duro llegará, estiman, en 2018, fecha en que Reino Unido dejaría definitivamente de formar parte del mercado único. Ese año, España perdería 28.000 millones, el 10% de los intercambios con Reino Unido.

Por su parte, Ignacio de la Torre, socio director de Arcano, coincide en que el impacto en España será inferior al 0,5%. «En un escenario muy negativo, con un potencial de caída del 10% del turismo inglés, el efecto apenas supondría un 0,13% del PIB. Con una caída de un 50% del superávit comercial con Reino Unido el impacto sería una reducción del PIB español de un 0,25%». S &P, por su parte, aseguraba en un reciente informe que «España es el octavo país europeo con mayor exposición al Brexit por los grandes intereses que algunas de las grandes empresas españolas tienen depositadas en el Reino Unido».

Rafael Pampillón, economista de IEBusiness School, apunta que «Reino Unido se enfrenta a una situación compleja con una caída del crecimiento, una depreciación de la libra y serias dificultades para aumentar sus ingresos fiscales, por lo que el impacto en España será considerable ya que, aunque pareza extraño, es el país europeo con el que más relación tenemos. Uno de los sectores que más lo notará en España será el turismo, ya que vendrán menos visitantes de ese país porque les saldrá más caro, así como la venta de casas».

Industrias más afectadas

Por su parte Aurelio García del Barrio, doctor en Economía y director del Global MBA de Finanzas del IEB, sostiene que «las transacciones comerciales entre España y Reino Unido suponen un beneficio neto para España superior a los 11.000 millones al año, cifra que peligrará con su salida de la UE y la consiguiente disminución de las importaciones. Las industrias más afectadas serían la automovilística, aviación, alimentaria y farmacéutica». Al mismo tiempo coincide en que el Brexit podría suponer la disminución de entre tres y seis décimas en el PIB español, aunque recuerda que evaluar el verdadero impacto pasará «por saber si Reino Unido permanecerá en el Espacio Económico Europeo, en una situación similar a la de Noruega,Suiza o Turquía».

Desde el departamento de Economía de Comillas ICADE, el profesor Gonzalo Gómez Bengoechea asegura rotundo que «el principal vehículo de impacto en la economía española será la depreciación de la libra que afectará al turismo pero también a cualquier producto exportado allí. Esto va a golpear a España en el sector inmobiliario, en el turístico y en cualquier sector que exporte a Reino Unido». Gómez Bengoechea considera que la negociación para mantener cierto nivel de relación comercial entre la UEy Reino Unido «está absolutamente abierta y es imprevisible», pero apunta que «las presiones de Europa van a ser importantes», también para permitir acuerdos bilaterales o diferenciales. El agujero del Brexit es insondable.

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