Los acogidos a la amnistía fiscal declararon en 2015 un 82% más de patrimonio que antes de la crisis

Las relaciones de los acogidos a la amnistía fiscal con la Agencia Tributaria son mucho más fluidas ahora que antes. Este colectivo tuvo unas bases imponibles en el impuesto de Patrimonio un 82% mayores que en 2007, antes de la crisis, según ha detallado la Agencia Tributaria en una nota. Ello simboliza el efecto que tuvo la medida para los acogidos a la hora de tributar bienes y rendimientos que antes permanecían ocultos a ojos de Hacienda. La base imponible de Patrimonio es igual al valor de los bienes no exentos del impuesto deduciendo las cargas y deudas.

En comparación, la base imponible de Patrimonio del conjunto de los españoles ha menguado un 32% entre 2007 y 2015 debido a la crisis y también a la bajada del tributo y las exenciones que han introducido estos últimos años algunas comunidades autónomas como Madrid, no se paga el impuesto.

Pese a que la recaudación de la amnistía fue de menos de la mitad de lo proyectado en 2012 –1.200 millones frente a los 2.500 previstos–, los amnistiados ahora informan con más detalle de su patrimonio. La amnistía o Declaración Tributaria Especial (DTE o modelo 750) en argot fiscal se desplegó en 2012. La Agencia Tributaria no ha publicado los datos de la declaración de Patrimonio de 2011 de este colectivo, ya que cuando la presentaron en 2012 la amnistía ya estaba en marcha la amnistía, lo que pudo influir en la campaña de dicho ejercicio.

Después de esta regularización, el Gobierno endureció la Ley Antifraude. La medida estrella de la misma fue la declaración de bienes en el exterior –el llamado modelo 720–, que obliga desde 2013 a quienes tuvieran bienes y derechos en el extranjero superiores a 50.000 euros a informar de ello a Hacienda cada año.

Los declarantes del modelo 720 también elevaron su base imponible de Patrimonio un 78% entre 2007 y 2015. Por tanto, la medida también ha servido, para incrementar la información que dispone el Fisco sobre este grupo de contribuyentes, y permite deducir que en el pasado no declaraban gran parte de su riqueza.

Así, mientras que en 2007 los que después presentaron la declaración de bienes en el exterior suponían el 12% de la base imponible del conjunto de contribuyentes de Patrimonio, en 2015 la proporción ha pasado a ser del 31% de la base imponible del impuesto.