El juez Andreu ha interrogado entre este lunes y el miércoles a 27 exconsejeros de Caja Madrid
El juez Andreu ha interrogado entre este lunes y el miércoles a 27 exconsejeros de Caja Madrid - abc

Frases en «B» de los exconsejeros de Caja Madrid: del «self service» de Fernández a los «regalos» de Ponga

Compras en el Corte Inglés, comidas en los restaurantes del propio Grupo Arturo o la infructuosa compra de un aparato de gimnasia, entre lo mejor de lo dicho por los exconsejeros

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El desfile de los 27 exconsejeros de Caja Madrid ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu entre el lunes y el miércoles, para poner blanco sobre negro -nunca mejor dicho- el destino de los 15,5 millones de euros en gastos con cargo a las conocidas como tarjetas B y de espaldas a la Agencia Tributaria, han dado lugar a perlas o licencias literarias antológicas. Son las frases en «B» de los antiguos miembros del consejo de administración de Caja Madrid. A continuación, reproducimos las mejores:

El expresidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, también está imputado en esta causa y su presencia no pasó desapercibida: el empresario justificó que cargara a su tarjeta B 11.119,52 euros en comidas realizadas en sus propios restaurantes, porque «son míos y son más baratos».

A lo que el magistrado le replicó que sí así mejoraba los resultados de su grupo. Fernández asintía ante el juez:«Pues sí, redondeaba las cuentas de la empresa».

Otra declaración para la posteridad salió de la boca del ex secretario de Estado de Hacienda y exconsejero, Estanislao Rodríguez-Ponga a quien el juez le cuestionó sobre el gasto de más de 43.000 euros en compras realizadas en El Corte Inglés. A lo que el exmiembro del consejo de Caja Madrid respondió que «los gastos en el supermercado de El Corte Inglés son de empresa. Tenía que obsequiar en Navidad a varias personas». Sin embargo, ante Andreu, Ponga adujo el tiempo transcurrido y no pudo aportar el nombre de ninguno de los beneficiarios de estos obsequios de empresa.

Regalos que para el también exmiembro del consejo de administración de la Caja y expresidente de la Asamblea de Madrid, Jesús Pedroche, carecerían de sentido porque a preguntas del tribunal afirmó que su visa era «estrictamente personal» y que «un consejero no representa a la caja».

Aparatos de gimnasia y «beneficiarios»

La exconsejera y exdiputada socialista, María Eneida Álvarez, también aportó un cierto grado de surrealismo cuando intentó justificar el gasto de 45.000 euros, a cargo de estas tarjetas opacas que, según algunos de los imputados, eran de uso libre:«Compré un aparato de gimnasia y lo devolví porque no estaba satisfecha. Luego llamé a la caja, para verificar el reintegro del importe», afirmó ante el magistrado de la Audiencia Nacional.

Para todos los citados, Anticorrupción ha solicitado fianzas civiles. Sin embargo, la exconsejera a propuesta del PP Mercedes Rojo cuestionó la naturaleza de las mismas porque ella se trataría de «una mera beneficiaria a título lucrativo y como BAnkia no reclamó, no hay responsabilidad penal».

Todo lo contrario que la expresidenta de la Fundación Caja Madrid, Carmen Cafranga, quien cargó a cuenta de una de esas visas opacas que «que se podía gastar en cualquier cosa» hasta 175.200 euros. La exconsejera a propuesta del PP afirmó ante el juez, que todo este asunto le ha causado mucho daño a su reputación: «El Santander me ha negado un aval porque dañaría su imagen». Según su declaración, esto le ha impedido regularizar su complicada situación fiscal.

Por su parte, el exlíder de UGT de Madrid José Ricardo Martínez, quien abonó 44.200 euros a través de su tarjeta B, asegúro ante Andreu que se «autolímitó» el uso de la misma a cuestiones de la empresa a pesar de las indicaciones del exnúmero dos de Rato (Norniella).

Dudas y escrúpulos

Otros exconsejeros confesaron al juez de la Audiencia Nacional sus dudas y escrúpulos sobre el sistema que regía este tipo de visas, como el exconsejero y exministro socialista Virgilio Zapatero (35.997 euros a cargo de estas visas y totalmente devueltos), quien afirmó ante el juez que «siempre me sentí incómodo porque no había un interventor que fiscalizase los gastos de esas tarjetas» o el también exsocialista José María de la Riva, quien había gastado 209.900 euros a través de su Visa, echó balones fuera afirmando que «me dijeron que había un pacto con Hacienda, por el cual los consejeros no teníamos que tributar las Visas». Palabra de exconsejero de Caja Madrid.

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