Después de darle mil vueltas al tema del «9», España celebra que en Francia tiene a un delantero de garantías en Álvaro Morata, máximo realizador de la Eurocopa con tres goles junto a Gareth Bale. A la selección, que prolongó el casting del delantero después del Mundial para enterrar un problema evidente tras el fin de la era de David Villa, le tranquiliza tener a un atacante enchufado y que se ha convertido en uno de los fijos de Vicente del Bosque ya que ha estado presente en las tres alineaciones. Con 23 años, Morata carga con esa responsabilidad encantado y más ahora que se consume el verano de su vida: está en una Eurocopa, el Madrid le ha repescado al pagar 30 millones a la Juventus –no está claro que se vaya a quedar en el Santiago Bernabéu– y ve puerta vestido de rojo. «Le veo estupendamente», resume Juanfran en nombre de todos.

Las estadísticas dicen que Morata, al que ayer vacilaron los compañeros depués de marearle en el rondo previo al entrenamiento –«¡Vamos, Mora, vamos!», le gritaban–, tiene mejores números con España que los que tenía Villa a estas alturas, siendo el asturiano el máximo goleador de la historia del equipo con 59 dianas. Con doce partidos, lleva seis goles –Villa acumulaba cinco– y él, muy supersticioso, está convencido de que tiene mucho que ver el que se dejara rapar la cabeza por Sergio Ramos. Lo hizo hace dos años cuando no marcaba y le fue bien, así que dejó que el madridista le pasara la máquina otra vez. «Me está creciendo más por algún lado, tengo que retocar eso», bromea.

Es otro Morata desde que se fue a Italia, curtido en un fútbol en donde medio gol basta para ganar. «Necesitaba algo así, necesitaba salir de casa, espabilar y dejar de ser un niño. Tenía que madurar ya no sólo en el fútbol, sino en todos los aspectos», confesaba hace unos meses a este diario. Además, en el Calcio el oficio de delantero es totalmente diferente al de cualquier otro fútbol, pues ahí se exprime el arte de defender por encima de cualquier cosa. «Es difícil jugar en Italia. Por mis características me gusta tener más con espacios, prefiero otro fútbol diferente al de ahí, pero me he acostumbrado», acepta. Con España, insiste en que ser delantero es un regalo y quiere repetir los éxitos que logró en los Europeos sub 19 y sub 21, en los que logró la Bota de Oro. Desde niño entendió lo que era el gol y en la Juventus ha aprendido a valorarlo mucho más. «Ahí supone el doble de alegría, de verdad».

Al cuerpo técnico le gusta mucho Morata, y prueba de ello es que al final solo se ha optado por dos atacantes puros para el torneo (él y Aduriz), dejando fuera a otros que estuvieron con frecuencia en la fase de clasificación como Paco Alcácer o Diego Costa. «Reúne todas las condiciones para ser uno de los grandes delanteros», sostiende Del Bosque, que conoce bien al chico. «Álvaro ha crecido mucho y físicamente es poderoso. Además, piensa con criterio y tiene intuición en el área. Dispone de buen golpeo y va bien de cabeza», añade. «Necesitamos goles de nuestros delanteros y lo está haciendo. Estoy feliz con Morata», exclama Juanfran. «Es importante que los delanteros se reencuentren con el gol, como es el caso, pero también que los de atrás les proporcionemos ocasiones para que lo hagan», comparte Sergio Busquets.

Nadie cuestiona que Morata será el delantero de España en el duelo del lunes contra Italia (18 horas, en el estadio de Saint Dennis de París). Buffon protege la portería y tres defensas de la Juventus –Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini– son fijos en el esquema de Antonio Conte, por lo que conoce a la perfección los puntos débiles del rival. «Álvaro puede darnos buenos consejos, seguro que nos puede ayudar un poquito», apunta Bruno. De todos los conocidos que tendrá enfrente, Morata siempre dice que ha crecido a base de los palos que le ha dado su amigo Barzagli en los entrenamientios.

No sabe qué será de él porque el Madrid pensaba hacer negocio con una posible venta –precisamente Conte, que se irá al Chelsea, le quiere sí o sí–, pero lo cierto es que cada día vale más y en la zona noble del Bernabéu planea la duda viendo sus números en la Eurocopa.