República Checa: Cech lidera la ilusión por volver a brillar

El primer paso para que España luche por su tercera Eurocopa consecutiva lo dará ante los checos. Una selección sin grandes nombres en el vestuario actual, pero que labró un gran prestigio en Europa en la década de los 60 y 70: subcampeones mundiales en 1962 y campeones continentales en 1976, todavía bajo la denominación de Checoslovaquia. Después de una sequía de buenos recuerdos, una siguiente horda de calidad refrendó el potencial checo con la plata en Inglaterra 96 —perdió 2-1 con Alemania—, y las semifinales de Portugal 2004, donde cayó con Grecia, a la postre, campeona del torneo. Desde que compite como República Checa se ha clasificado para todas las ediciones finales de la Eurocopa.

Con un grupo en el que la mayoría de sus internacionales milita en equipos de la Liga nacional, el guardameta Petr Cech, una de sus caras más reconocibles, y Tomas Rosicky, máximo goleador checo en Europa (22), son dos de las excepciones y llevan ya años luciendo en la Premier League.

También el defensa Kaderábek o el centrocampista Darida son titulares en clubes de la Bundesliga y fijos en el esquema del seleccionador Pavel Vrba.

Bajo la dirección de Vrba, los checos, que acabaron como líderes en su grupo de clasificación y barrieron a Holanda, se han plantado en la Eurocopa 2016 con solo dos derrotas (2-1 contra Islandia y 0-2 ante Turquía) y un empate (1-1 con Letonia). La disciplina es la gran baza de un equipo peligroso en las jugadas a balón parado y con excelentes lanzadores desde larga distancia. Con mucha movilidad en ataque, tiene muchos problemas a la hora de defender los saques de esquina y los desmarques a la espalda de su zaga.