Fútbol

Osasuna, hundido en los despachos

El club rojillo regresa a Segunda solo diez meses después de su ascenso

PAMPLONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pocos podrán decir que les ha sorprendido el descenso de Osasuna. Tampoco sería justo afirmar que el equipo rojillo estaba abocado a él, pero sí que es cierto que tenía muchas papeletas. El sueño de Primera ha durado diez meses. Javier Sabalza, presidente rojillo, no pone excusas: «El descenso no tiene nombre ni apellidos. Ha sido un cúmulo de cosas», reflexiona el mandatario.

Muchas de esas «cosas» ya se veían venir. En marzo, Sabalza recordó que «los fichajes estaban pensados para Segunda». Osasuna trabajó con el condicionante de ser los últimos en llegar a Primera, y los que menos ingresos han tenido por derechos televisión: «Además, disponíamos de un límite salarial que nos dejaba en desventaja», recordó el dirigente.

El pago de la deuda con Hacienda, de más de 40 millones, ha marcado el devenir de Osasuna.

Solo esta temporada, el Fisco navarro ha presentado dos demandas contra el club rojillo por el impago del IVA y del IRPF entre los años 2010 y 2013. Ambas han sido admitidas por los tribunales, aunque el club ya haya saldado buena parte de la cantidad demandada.

Pasado aún presente

La resaca de escándalos anteriores también sigue ahí. En febrero, se conocía la apertura de juicio oral contra las dos directivas anteriores a la actual, por la compra de partidos en la temporada 2013-2014 y la manipulación de las cuentas para justificar dicha compra con dinero del club. En este caso fueron archivadas las causas contra otros representantes rojillos, entre ellos el antes director deportivo y ahora entrenador Petar Vasiljevic. Según el juez no participó en la compra de partidos, pero hasta dicha resolución su cabeza no estuvo cien por cien en el equipo.

En lo deportivo, también se cometieron errores que costaron caro. El actual presidente también asumió ayer parte de la responsabilidad del descenso de Osasuna. Y esa responsabilidad se circunscribe al fichaje de entrenadores. Enrique Martín, que subió al equipo a Primera, fue despedido de malas maneras en diciembre. Después llegó Joaquín Caparrós. Sabalza reconoció que su contratación «seguramente no habría sido la más acertada». A los dos meses, el técnico utrerano fue despedido para dejar el puesto a Vasiljevic, que tampoco ha dado con la tecla. Pobre balance y un único consuelo en estos diez meses de Osasuna en Primera: saldar la deuda con Hacienda.

Ver los comentarios