Buffon, la sensación de ser imbatible

El 12 de noviembre de 2006, la Junta directiva de la Juventus pagó una página entera de publicidad en los tres diarios deportivos más importantes de Italia, Tuttosport, La Gazzetta dello Sport y el Corriere dello Sport, con un mensaje que decía: ««Tu camiseta dice quien eres». Debajo había varias fotografías de Buffon y este texto: «La sociedad, compañeros, simpatizantes y socios dan las gracias a Gigi Buffon que sigue siendo y siempre será nuestro número uno». El club turinés rendía homenaje a su guardameta ejemplar porque había decidido quedarse a jugar con los blanquinegros en la Segunda división italiana antes que aprovechar su fama y su reciente título de la Copa del Mundo para protagonizar un traspaso histórico y un negocio económico.

El City le hizo una propuesta astronómica. El equipo bianconero descendió por estar implicado en el escándalo de las apuestas del calcio. Su figura continuó con ellos. Ahora, a los 38 años, ha conseguido el penúltimo hito de su carrera: la plusmarca de imbatibilidad del fútbol italiano: 974 minutos. El domingo superó el récord de Sebastiano Rossi, 929 minutos, que databa de 1993. Belotti, de penalti, freno su marca. Pero piensa conseguir más.

«A los 38 años estoy mejor que nunca», señala Buffon. Ganador en cuatro ocasiones del premio al Mejor Portero del Año, Balón de Plata en 2006 detrás de su compatriota Cannavaro, es considerado también el mejor guardameta del último cuarto de siglo y el siglo XXI.

Tomy N’Kono, el culpable

Gianluigi Buffon decidió ser portero por culpa del camerunés Thomas Nkono, cuyas actuaciones en el Mundial de Italia 1990 despertaron su vocación. Con el paso del tiempo, el excancerbero del Español ha elogiado constantemente la capacidad del italiano para convertirse en el portero número uno del mundo. El segundo hijo de Buffon se llama Louis Thomas en honor a su amigo africano, que triunfó en el fútbol español con sus paradas, de pies y manos, y ese chandal negro que escondía sus piernas para misterio de nuestra Liga. Nunca le vimos las canillas.

A la Eurocopa

La imbatibilidad acrecienta la sensación de inexpugnable de los guardametas. Les da vida. Se sienten héroes. Casi inhumanos. Extraterrestres. Buffon ha vivido muchas veces esa sensación desde que en 1996 ganó la Eurocopa sub21. En 1997 debutó con la selección A. Lleva 154 partidos con Italia. Es el plusmarquista histórico de su país. Y ahora disputará su última Eurocopa, en Francia, en busca de uno de lo dos títulos que le faltan en su palmarés. El otro es la Champions, del que le privó el Barcelona el año pasado. Su reto es llegar al Mundial de Rusia 2018. Cree que tiene condiciones para ser el capitán de su sexto Mundial, lo que supondría un récord universal.

«No» a 20 millones anuales

Buffon no recibía un gol en el Scudetto desde el minuto 64 del Sampdoria-Juventus, jugado el 10 de enero, cuando fue superado por el exmadridista Antonio Cassano. Desde ese momento ha conseguido diez victorias en once jornadas. Raúl Albiol pudo romper este récord en el Juventus-Nápoles, pero su remate fue despejado por el amigo de N’Kono y de Casillas. Es encomiable su amistad con otros cancerberos de nivel internacional. Es un mito.

Gianluigi rechazó en 2012 la mejor oferta de su vida: el Shakhtar Donetsk le ofreció 20 millones de euros por temporada. Es su carácter el que no mira el dinero y si el compromiso desde que empezara su carrera profesional en 1995, cuando debutó a los 17 años en un Parma-Milan. En 2001 fue fichado por la Juventus y en su casa continúa, con 573 partidos sobre la buchaca.

Recientemente explicó por qué dijo «no» en 2006, tras ser campeón del mundo, a la oferta del City, para quedarse en el club turinés: «Elegí descender a Segunda porque pensé en vosotros, chavales (se lo decía a los seguidores jóvenes). Y pensé en vosotros porque hay ocasiones en las que tienes que dejar de hablar y actuar. Pienso que hice lo correcto».

Se divorció de la modelo checa Alena Šeredova en 2014, madre de sus dos hijos, Louis Thomas y David Lee. Ahora se rumorea que sale con la comentarista deportiva Ilaria D’Amico. Pero esa es otra historia.