poster Vídeo
eurocopa. fase de clasificación

De Las Gaunas a la Eurocopa

España consigue el pase en un partido sin historia. Cazorla y Alcácer, goleadores. Silva y Morata abandonaron el campo lesionados (4-0)

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

España490Luxemburgo

Trámite cumplimentado. España estará en la Eurocopa, pero está como empezó, salvo por la polémica de Piqué, que es lo que ha sacado en claro.

[ Así hemos contado el partido]

A la España sin AVE se llega muchas veces en autobús. El que llevaba a Logroño tenía la suspensión averiada. Pasada Soria íbamos arriba y abajo como en un barco. En un autobús siempre parece que va a salir de algún sitio una gallina y que al bajar nos van a dar la maleta con una ristra de algo. El AVE higieniza mucho el viaje y nos vuelve muy señoritos.

El interés del partido era, sobre todo, comprobar los pitos a Piqué. Activar el pitómetro. Uno de esos debates que te dan ganas de morderte los codos.

Más interés tenía ver a Thiago, pero D. Vicente, siempre conservador, optó por Cazorla, que estuvo muy bien y además marcó

En los alrededores del estadio, Logroño bullía, pero bullía de meriendas más que de fútbol. Infinitas señoras quedaban para tomar sus cafés consuetudinarios. En el señorial fragor de susús y bizcochitos, una voz inconfundible rasgaba el aire: ¡Manooooooolo! Era el grito del aficionado, el aficionado tipo, llamando a Manolo el del Bombo, un grito que recorre España como el aullido de un lobo castizo.

La grandeza del himno de Luxemburgo era emocionante. Lo dijo alguien: hay una relación inversamente proporcional entre el tamaño del país y el himno.

Cada vez que la tocaba Piqué una parte del público pitaba. También había aplausos automáticos. Incluso había indiferentes. Pero a Piqué, de un modo absurdo, le estuvieron dando ovaciones y broncas todo el partido. La charanga suavizaba estos insistentes pronunciamientos. A la gente le dicen que pite, y pita; le dicen que aplauda, y aplaude.

Así que mientras Piqué era ovacionado y abroncado cada vez que tocaba la pelota (y la tocó mucho), España intentaba hacer su fútbol. Con la charanga de fondo se revelaba de forma más acusada la rareza desapasionada del fútbol español.

Tardó España en entrar en el partido, si es que entró alguna vez. Porque además de la distracción de Piqué, nada más empezar se lesionó Silva. Pellegrini se estaría mesando los cabellos, que es su mayor gesto de desesperación. Después se lesionaría Morata. Al final, en estos partidos de selecciones termina habiendo una compensación internacional de lesionados.

Las fases de clasificación de España (y suponemos que las demás) son un tramite. Las vemos como un pasatiempo, pero en realidad son como ir a sacarse el DNI con un locutor al lado que lo retransmite todo con mucha épica.

España se calentó en el minuto 21, después de una excelente serie de toques disparó al larguero (Cazorla). Hasta entonces fue poco. Alguna cosa de Pedro, los desmarques extemporáneos y muy poderosos de Morata, el paso pequeño de Cesc, la rapidez de Bartra...

Pero las jugadas se le obstruían en la mediapunta, donde los españoles parecían unos señores muy educados cediéndose el paso en el ascensor hasta bloquear el rellano.

Sólo al final de la primera parte, una llegada de Juanfran por la banda derecha, que acabó en rechace, la aprovechó Cazorla para marcarle el gol a Joubert.

El remate, que se veía venir mucho antes, tuvo algo de smash tenístico después de un peloteo de horas. De smash de Sergio Casal, para más inri. Era la subida a la red definitiva después de meses de fútbol de tierra batida. Era el punto-gol que clasificaba a España para la Eurocopa.

Además de la esquizofrenia con Piqué, y de Manolo, y de la charanga, sonó por la megafonía el Yo Soy Español y Manolo Escobar. España empieza a llevar consigo una parafernalia de puesto de souvenirs, y sólo falta que las delegadas de la RFEF se vistan de flamencas. Hombre, ni tanto ni tan calvo...

Siguieron los “pitaplausos” a Piqué en la segunda parte. Y llamativa la forma de Cesc, a veces con cosas de ex futbolista.

El partido era flácido como la mirada de una mascota y llegaba a extremos de aburrimiento difíciles de narrar. Como ver once molinos eólicos en medio de Castilla, siete de ellos parados. Sí, hay parques eólicos más emocionantes que la selección.

Menos mal que Alcácer, que no falla nunca, pudo hacer el segundo. Tiene poca prensa, pero debería estar en la Eurocopa. Luego marcó el tercero tras gran pase de Nolito a Alba. Mientras Del Bosque busca un nueve va marcando Alcácer.

Cazorla consiguió el cuarto cuando la charanga tocaba Oliver y Benji.

Nolito hizo más con dos tobillazos que media España en noventa minutos. Del Bosque y las generaciones, ese sería un buen tema. A veces parece que es como mandar a Esperanza Aguirre de coolhunter al Sónar.

Ver los comentarios