El edificio de La Masía en Sant Joan Despí, el centro neurálgico de la cantera del Barcelona
El edificio de La Masía en Sant Joan Despí, el centro neurálgico de la cantera del Barcelona - EFE
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La Masía busca nuevo rumbo

Perdida la excelencia, Bartomeu busca dar un giro a la cantera azulgrana con los nombramientos de Robert, Pep Segura y Gerard

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En enero de 2008, Pedro Rodríguez debutaba con el primer equipo del Barcelona frente al Murcia, de la mano de Frank Rijkaard. Seis meses más tarde, lo hacía Sergio Busquets, en su caso, de la mano de Pep Guardiola. Los dos se asentaron rápidamente en el once azulgrana y se convirtieron en piezas fundamentales de los muchos éxitos que sigue cosechando el Barça. Pero desde su irrupción, hace ya siete años, no ha habido otro jugador formado en La Masía que se haya afincado en el primer equipo. Los Bartra, Sergi Roberto y compañía lo están intentando, pero siguen sin tener un papel relevante en el conjunto azulgrana. Otros, como Deulofeu o Bojan, han tenido que irse a otros equipos en busca de oportunidades.

Un escenario al que hay que sumar el descenso del filial la pasada temporada y el pobre papel del Juvenil A, que ha firmado uno de sus peores cursos de siempre. Todo ello ha obligado a Josep Maria Bartomeu a tomar cartas en el asunto y darle un giro a la cantera, en busca de la excelencia perdida.

Una vez confirmado su triunfo en las urnas, el nombramiento más importante en este sentido ha sido el de Josep Segura, como secretario técnico del fútbol formativo profesional. Segura, profesor de INEF, tiene una dilatada experiencia en el fútbol formativo azulgrana, aunque también ha trabajado con Rafa Benítez en el Liverpool después de un breve paso por el fútbol profesional en Grecia. Su nombre genera unanimidad entre los expertos en categorías inferiores.

«Es una persona con muchos conocimientos y mucha experiencia en fútbol formativo. Está muy preparado», concluye Rodolfo Borrell, que sabe de lo habla. Actualmente es el director técnico de la Academy del Manchester City, el responsable de idear una filosofía de juego para el conjunto inglés. Antes, estuvo catorce años como entrenador en La Masía y Segura le fichó para ayudarle en el Liverpool. «Gracias a él tuve la oportunidad de trabajar en un club histórico», le agradece.

A las órdenes de Borrell han estado futbolistas como Messi, Piqué, Cesc o, más recientemente, Sterling, el traspaso más caro del verano. «Hay circunstancias que no puedes controlar, pero hay jugadores que a unas edades ves muy claro que llegarán muy lejos», conviene desde Manchester. A pesar de los malos resultados, el Barcelona juega con la ventaja de conocer su idea de juego desde hace muchos años, lo que puede ser fundamental para enderezar el rumbo. «Hay clubes en el que según quién entra, se sigue un modelo u otro. En can Barça, no. Hace tiempo que tienen una manera de hacer las cosas y jugar y no se cambia según quién sea el entrenador. Es la razón por la que Benítez nos llevó a Pep y a mí a Liverpool, no para importar el modelo Barça, sino para decidir una idea de juego y seguirla», desvela Borrell.

En el filial azulgrana, Bartomeu y Segura han apostado por Gerard, que llega sin experiencia, idéntica situación en la que aterrizaron Guardiola o Luis Enrique, por citar dos ejemplos. «Son jugadores referencia dentro del club y han jugado bajo este modelo de juego. Espero que a Gerard le vaya bien, es una gran persona y tiene un perfil inteligente que ayuda a transmitir lo que quiere a sus futbolsistas», considera Borrell. La última cara nueva en el Barcelona es la Robert Fernández, el nuevo secretario técnico del primer equipo. Otra figura que llega sin experiencia pero en la que hay depositada mucha confianza. También ha sido muy bien acogido en el club.

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