El triplete ilumina el Camp Nou

Como si de una ceremonia de inauguración olímpica se tratara, el Barcelona ha festejado el segundo triplete de su historia a lo grande, con un espectáculo de luces impresionante en el Camp Nou, con 70.000 espectadores en las gradas. Vídeos, petardos y luces de todo tipo y color han culminado una de las mejores temporadas en la centenaria vida del club azulgrana.

Todo el staff técnico y la plantilla han ido saliendo de uno en uno por el gol sur del estadio hasta el centro del campo. Gerard Piqué ha aparecido levantando tres dedos en cada mano, simulando la triple corona conseguida por el Barcelona. Alves, uno de los más aclamados, ha besado el césped solo pisarlo, entre la algarabía de la grada.

Una fiesta en toda regla.

Luego ha llegado el turno de los parlamentos, en los que Luis Enrique no ha querido desvelar su futuro y se ha limitado a espetar: "Tres copas como tres soles", señalando a los trofeos. Alves, entre lágrimas, ha dejado entrever que no seguirá en el Barcelona: "No sé si es el final, pero aquí he sido muy feliz", ha recalcado mientras la grada le rogaba que se quedara. Messi, por su parte, ha destacado "las ganas y la ilusión" que tiene la plantilla de seguir consiguiendo títulos.

Después de una noche muy larga en Berlín y un vuelo de vuelta repleto de sonrisas, bromas y hasta bailes extraños, la plantilla del Barcelona había comenzado la celebración con su afición con una rúa por las calles de Barcelona a media tarde que ha reunido a centenares de miles de personas, eufóricas ante un nuevo triunfo de los suyos. Comenzaron comedidos, por el cansancio acumulado, se repartieron pizzas por doquier entre los jugadores para coger fuerzas, y luego la cerveza animó la fiesta.

Los futbolistas se lo han pasado en grande de camino al Camp Nou, cruzando la ciudad casi de esquina a esquina subidos en un autobús decorado para la ocasión, con los trofeos de la Liga, la Copa y la Liga de Campeones en la parte delantera. Muchos de los hombres de Luis Enrique han acabado la rúa descalzos, ya que varias bambas volaron desde la cubierta del vehículo entre risas. Las primeras, por supuesto, las de Gerard Piqué. El técnico asturiano ha sido uno de los protagonistas de la rúa. Enterado del ascenso de su Sporting en pleno festejo, ha utilizado Twitter para enviar una felicitación al club que le vio nacer futbolísticamente.