CÁDIZ CF

Mirosavljevic: «Todavía guardo la pelota firmada por mis compañeros»

El serbio, que marcó tres goles al Valladolid en un partido histórico, quiere volver a Cádiz en junio «para ver el partido del ascenso a Primera»

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Mirosavljevic posa para Canal Amarillo desde Serbia con el balón con el que marcó los tres goles al Valladolid.
Mirosavljevic posa para Canal Amarillo desde Serbia con el balón con el que marcó los tres goles al Valladolid.

Nenad Mirosavljevic (Požega, Croacia, el 4 de septiembre de 1977) elevó al máximo exponente aquello de que el cariño no se mide en goles, ni la simpatía sólo se gana con resultados. El querido Mortadelo no fue el futbolista que más tantos marcó, ni el que más cinturas quebró, ni el que más asistencias repartió. Y sin embargo, la hinchada amarilla lo enarboló como uno de sus símbolos en aquel ascenso de Chapín.

Este delantero alto y algo desgarbado se presentaba como el fichaje estrella de la temporada 2004-05, avalado por el olfato desarrollado en la liga serbia, su país sentimental pese a que naciera en Croacia cuando aún formaba parte de la extinta Yugoslavia. Se estrenó en su debut en Eibar pero a partir de entonces penetró en un oscuro túnel, con escasos minutos y de poca utilidad en las segundas partes, merced a la lógica falta de adaptación tanto en lo personal (aún le cuesta el castellano) como en lo futbolístico (Espárrago no era muy proclive a aventuras exóticas).

No terminó de romper en dos años de amarillo, si bien el cadismo nunca le negó el ánimo y Nenad correspondió con alguna tarde de gloria, mínimas gotas en el desierto. La más memorable es la que le trae a estas páginas once años después. En una calurosa mañana de primavera, con el Valladolid como inesperado adversario, Mirosavljevic se desataba con tres tantos en 21 minutos para rubricar un histórico 6-1 ante los pucelanos, los rivales de este viernes.

CANAL AMARILLO ha conseguido contactar con el gran protagonista de aquella jornada. Nenad Mirosavljevic colgaba las botas hace seis meses tras 21 años como profesional del fútbol (incluso fue internacional) y ahora es vicepresidente del FK ?ukari?ki Stankom, "el club que mejor funciona en Serbia", apunta, pese a competir con titanes como el Partizán de Belgrado o el Estrella Roja. Se sorprende al escuchar desde el otro lado del teléfono a alguien hablándole en la lengua de Cervantes, y él responde chapurreando un idioma que tuvo que aprender a velocidad supersónica.

Recuerda aquel duelo ante el Valladolid. "Como para olvidarlo. Fue mi primer 'hat trick' en España, y el único. Todavía guardo el balón de ese partido con la firma de todos mis compañeros", como atestigua con la imagen. "Cádiz es una parte de mi vida y es imposible quedarse con un solo recuerdo. Está el gol ante el Sevilla, ante el Barcelona, el partido del Bernabéu, el día del ascenso... Fueron dos años maravillosos".

Todavía no ha regresado a la Tacita tras su marcha hace ya más de una década. "No he tenido tiempo, siempre he estado compitiendo. Me invitaron al encuentro por el décimo aniversario del ascenso, pero estaba en la pretemporada en Austria. Quiero ir de vacaciones, ojalá este verano. Mi hijo nació en Cádiz, tengo otros amigos bosnios en la ciudad y quiero que conozca donde vivió su padre".

Hasta desvela en voz alta su deseo. "Quiero ir en junio para ver el partido del ascenso a Primera. Con esa afición impresionante seguro que es posible. A mí me reconoció todo el trabajo que hacía en el campo". Pudo seguir en directo el Elche-Cádiz CF (2-3). "El único secreto para subir es luchar en el campo y ganar partidos". Y hasta ahora lo están haciendo los pupilos de Cervera.

Mirosavljevic mantiene el contacto con Juanjo Bezares y Alberto Benito. Del actual equipo conoce a Dani Güiza por su extenso currículum, y asegura mantener el vínculo con el club amarillo pese a su etapa en Chipre (donde ganó la Liga y jugó la Champions League con el Apoel Nicosia). Luego marchó a su país y se ha retirado con 39 años; "necesitaba descansar del campo".

Su labor ahora es coordinar la parcela deportiva junto al entrenador, y es que tiene la confianza plena del presidente. "Me quiere cerca de él. Tiene un plan para el futuro y dice que yo seré el máximo dirigente en unos años", revela el exdelantero, mientras sigue mirando el balón de aquella mañana gloriosa en su vida.

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