CÁDIZ CF

Migue García, del ostracismo a la esperanza

El extremo, tras una temporada irregular en la que perdió la confianza del míster, cuenta ante el Hércules con la oportunidad de demostrar que es un futbolista de nivel superior

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Migue García ya no es jugador del Granada
Migue García ya no es jugador del Granada

Migue García (Huelma, Jaén, 17/04/1991) ha pasado de ser el último de la fila a la carta que tiene guardada en su manga Claudio Barragán. Del ostracismo a la esperanza. El extremo ha mostrado una cara irregular esta temporada, ni de lejos se ha parecido al futbolista que demandaba el equipo y el cadismo, pero el destino le ha brindado una última oportunidad en el momento indicado. Y ese momento es este domingo.

Y eso que Claudio había perdido la confianza en él. Sus altibajos incomprensibles han enervado al técnico de Manises y a su antecesor. Una jornada Migue firmaba una actuación brillante y decisiva saliendo desde el banquillo (por ejemplo ante el Cacereño, con Calderón en el banquillo), pero cuando se le otorgaba la oportunidad de saltar en el once al domingo siguiente se diluía como un azucarillo en el café.

De ahí sus números. Ha jugado 37 partidos y la mitad de ellos (18) empezando como suplente. En la quinta jornada es titular, en la sexta no, en la séptima sí, en la octava no… como una sucesion matemática. El jienense ha anotado cinco tantos (San Roque en Copa, Cacereño en casa y fuera, Marbella y Córdoba B), datos positivos, y sin embargo en esta segunda vuelta ha pasado desapercibido.

Claudio sabe que es un futbolista desequilibrante, el único extremo puro de la plantilla, pero le exige sacrificio defensivo y sobre todo espíritu de equipo y regularidad. Se desenchufa demasiado, y esa falta de confianza del míster le ha hecho bajar la guardia en los últimos meses. Migue no ha apretado como quería su entrenador.

El punto máximo de tensión se producía en Córdoba, en el cómodo duelo con el filial blanquiverde. Claudio ofrecía la oportunidad a los menos habituales para que demostraran que se podía confiar con ellos, y señaló a Migue dejándolo en la caseta en el descanso. Egoísmo, exceso de individualismo… no dio explicación en público pero con el cambio quedaba retratado. Y por supuesto con las palabras del míster criticando la actuación del bloque

En la eliminatoria decisiva ante el Real Oviedo se quedaba sin entrar en ninguna de las convocatorias. No tenía sitio en este equipo. Si se consumaba el ascenso por la vía rápida, la temporada de Migue habría sido desastrosa. Su progresión se ha frenado, y el esfuerzo porque el Granada lo cediera a un Segunda B habría resultado baldío.

No obstante, se falló ante los carbayones, y Claudio ha decidido llamarlo a filas. Recluta a un nuevo soldado que llega fresco físicamente, limpio mentalmente, a una batalla final en la que se necesitan a todos los efectivos. Migue jugó los últimos quince minutos ante el Hércules en el Rico Pérez y demostró que es el mejor abrelatas ante una defensa cerrada. A falta de continuidad en una campaña regular, su chispa ha de ser definitiva en momentos claves.

Por eso el técnico lo ha recuperado y confía en que pueda ser su día este domingo. No saldrá de inicio, pero estará esperando su oportunidad. Es la última del Cádiz CF para reconducir su situación y soñar con el ascenso a Segunda. Es la última de Migue García para demostrar que puede ser futbolista profesional.

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