Aitor, la rentabilidad hecha gol

Lo de Aitor García Flores es algo inaudito en el Cádiz CF. La rentabilidad que el onubense está dando al equipo cadista en esta temporada es digna de estudio. Rentabilidad que se palpa con el gol que ayer marcaba al Almería y que suponía tres puntos de oro para un equipo gaditano que lo estaba pasando muy mal durante el encuentro.

La historia de Aitor en el Cádiz tiene como punto de inicio su llegada este pasado verano tras consumarse su traspaso del Mérida. El de Gibraleón llegaba en un principio para fortalecer al filial de Mere en División de Honor Andaluza pero finalmente se quedó con un puesto en el primer equipo amarillo.

Y con poco, muy poco, está dando mucho, muchísimo a este Cádiz.

Aitor es el 16º jugador de la plantilla en cuanto a minutos se refiere. Solo suma 377, lejísimo de Cifuentes y Carpio, los dos que más juegan, que rondan los 1.900 minutos.

Con ese tiempo en el cambio, Aitor estaría a duras penas en una convocatoria del Cádiz pues tiene quince jugadores por delante que acumulan hasta el momento más minutos que él sobre el verde. Pero lo llamativo y lo que demuestra el nivel de este futbolista es que con tan poca presencia en los partidos del Cádiz ya suma cuatro goles en Liga y cinco con el de Copa del Rey ante el Córdoba.

Sus cuatro dianas en la competición doméstica le convierten en el segundo máximo goleador amarillo, empatado con Salvi. Y con el gol de la Copa estaría solo por detrás de los trece goles de Ortuño.

Si se tiene en cuenta sus goles y minutos en Liga, Aitor García marca prácticamente en cada partido que juega. El onubense ve puerta cada 94 minutos. Casi nada. Y encima todos los goles que ha marcado han sido de bella factura. Caso de Getafe, Alcorcón, Córdoba y ahora Almería.

"Lo importante es ayudar al equipo. Estamos haciendo una buena temporada y si tengo que marcar un gol feo y vale lo mismo que los golazos bienvenido sean", reconoce el futbolista. Cervera subraya que está siendo injusto con él y que espera "enmendar" su error. El futbolista huye del victimismo, sabe que hasta ahora le está dando una rentabilidad enorme a su equipo y que sus goles son la mejor carta de presentación para un futbolista que sigue llamando a la puerta de la titularidad.