Campeón de la Europa League

Un sinfín de motivos para la felicidad del Atlético

Hay estabilidad, éxitos, unidad y renovación del equipo después de dos Champions perdidas

José Carlos Carabias

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La fiesta del Atlético fue una exaltación de los valores que distinguen a un club singular. Muchos de ellos se juntaron en el estadio de Lyon para satisfacción de los hinchas colchoneros, que dejaron huella en la ciudad francesa. Ayer por la mañana había unos cuantos habitantes nativos de la población que fueron a trabajar con la camiseta del Atlético, conformes y felices porque el grupo de Simeone había machacado a su enemigo, el Olympique de Marsella. En el Atlético son horas de dicha, salvo por un asunto que tiene mala traza: la probable salida de Griezmann al Barcelona.

Reinventado después de dos Champions perdidas

Simeone ha labrado una estructura y un estilo que no se agrietan, pese a las dificultades. Vicente Calderón bautizó a su propio equipo como el «Pupas» después de perder la final de la Copa de Europa de 1974 y con ese sambenito ha vivido el club muchos años. Lo que hay ahora es el destierro de ese apodo. El equipo perdió dos finales de la Champions (2014 y 2016) frente al enemigo que nadie desea entre la parroquia, el Real Madrid. El club, la plantilla, el grupo no se han venido abajo por ese chasco monumental. Al contrario, en otro año par, el de las finales europeas en los últimos tiempos, luce una copa continental en las vitrinas. «Más que el valor de una copa, es el triunfo de la constancia, de insistir una y otra vez», consideró el entrenador argentino.

Estabilidad social con Simeone

Es impensable otro entrenador hoy en día para el Atlético. Allí donde hubo antes un batiburrillo de proyectos sin culminar, estilos sin definir y entrenadores pasajeros, existe ahora una única unidad de acción, encarnada en el plan de Simeone. El argentino lleva seis años y medio al frente del equipo. En ese mismo periodo, desde 2012 a 2006 entrenaron al Atlético Gregorio Manzano, Quique Flores, Santi Denia, Abel Resino, Javier Aguirre, Pepe Murcia y Carlos Bianchi.

El gol de Gabi premió el compromiso colectivo

Gabi representa un modelo en el Atlético. La voluntad y el compromiso por encima de todas las virtudes técnicas. El gol que consiguió en Lyon, un buen disparo cruzado, parece justicia poética para un grupo de jugadores que nunca han sido protagonistas del cartel, pero son las fuerzas vivas de la tropa de Simeone: Gabi, Godín, Juanfran, Filipe Luis. Trabajadores que ya levantaron la anterior copa de la Europa League en Bucarest (2012). Gabi, quien dijo que esta competición era una «mierda» después de la eliminación en la Champions, sonrió en Lyon cuando se lo recordaron: «Ahora la mierda me la tengo que comer yo».

El progreso de los jóvenes de la cantera

Koke apenas jugó un minuto en la final de 2012, mientras celebraba los goles de Falcao en el banquillo. Hoy no se entiende el Atlético sin su centrocampista internacional. Koke, que recibió hace unos años una potente oferta del Barça, no se queda solo por amor los colores. Su sueldo ronda los ocho millones al año, el mismo que Saúl, otro canterano imprescindible para el Cholo. En la misma onda de importancia empieza a aparecer Lucas, quien como lateral o central no sale de las alineaciones. En Lyon no jugó Filipe. Thomas es el último de la saga. Cuatro jóvenes presuntamente titulares para regocijo de los hinchas.

El club crece en su apartado económico

El discurso del hermano pobre ya casi no cala porque el Atlético está en la cúspide de los clubes españoles, salvo Madrid y Barcelona, que juegan otra liga. Su presupuesto es de 346 millones. Posee 54.000 abonados (14.000 que en el Calderón) en su nuevo estadio Wanda Metropolitano, con capacidad para 68.000 espectadores. Solo en ese incremento, el club ha ingresado 46 millones más que en 2017. Por derechos de televisión suma 161 millones, menos que el colista inglés, pero más que la mayoría de clubes españoles.

La despedida de Torres, con un título europeo

El Wanda será una fiesta el domingo, a las 18:30. Se despide para siempre como jugador Fernando Torres, a quien muchos aficionados ven como futuro presidente del club. No se irá con la mala cara que parecía anunciar su relación laboral con Simeone, sino con un título europeo, el único que ha logrado con el Atlético. El Cholo lo puso como ejemplo para los jóvenes después de derrotar al Marsella.

La final de la Champions 2019, en el Wanda

Como soñar es gratis y la euforia de los títulos lo embarga todo, numerosos aficionados desplazados a Lyon, recordaban en la estación de tren de Part Dieu, que la próxima final de la Champions se celebrará en el Wanda. Una ocasión única para un club que ansía ese trofeo.

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