Mayweather-McGregor

Negocio y espectáculo en el cuadrilátero

Mayweather y McGregor pelean en un «show» formidable con atletas descomunales, connotaciones raciales y mucho dinero

El norteamericano Floyd Mayweather y el irlandés Conor McGregor

Javier Ansorena

El increíble circo de los hermanos Mayweather y McGregor ha llegado por fin a la ciudad. Las Vegas acoge esta noche el mayor -con probabilidad, no el mejor- espectáculo del mundo del boxeo, en el acontecimiento deportivo que más expectación ha creado este año . El evento lo tiene todo para el «show» porque sus protagonistas, el púgil campeonísimo Floyd Mayweather Jr. y la superestrella de las artes marciales Conor McGregor, tienen algo de magos, de tigres y, por supuesto, de payasos. [Guía básica para entender el combate]

El combate es tan absurdo como atractivo . En una esquina, Mayweather , estadounidense, el mejor púgil de su generación, 49 victorias en 49 combates , campeón olímpico, un zorro en la lona y un fanfarrón insoportable cuando se baja de ella. En la otra, McGregor , irlandés, tan chulesco como su oponente , el mayor genio que ha dado la UFC, la principal organización de artes marciales mixtas, pero sin ninguna experiencia en el boxeo. Será la primera vez que McGregor se suba al cuadrilátero, lo que le hace dudar de su rendimiento en un deporte tan técnico como el noble arte.

Muchos ven el combate como una bufonada, una excusa para hincharse los bolsillos de dólares , si es que todavía les queda algún hueco. Lo comparan con Jesse Owens, el velocista negro que ganó cuatro oros en la cara de Adolf Hitler durante los Juegos de Berlín de 1936, que acabó su carrera corriendo contra caballos por dinero. Es la curiosidad de confrontar a dos genios de disciplinas diferentes, observar su adaptación, fantasear con la sorpresa de una victoria de McGregor. Es tirar a Íker Casillas a una piscina y que le pare penaltis a Manel Estiarte . Es darle una raqueta de bádminton a Rafa Nadal para que se enfrente a Carolina Marín .

Con la diferencia de que aquí los deportistas van a sacudirse de lo lindo: un grupo de cien doctores han criticado que se celebre la pelea por el riesgo físico de los púgiles. McGregor podría sufrir por su inexperiencia. Para Mayweather sería letal que el irlandés reaccionara durante el combate con artimañas de artes marciales mixtas (se permiten golpes en todo el cuerpo, llaves, luxaciones, asfixia), lo que le descalificaría y le dejaría sin dinero. Un ex peleador de la UFC murió en junio después de ser noqueado en su cuarto combate como boxeador. [El combate del exceso]

El desempeño de McGregor será una incógnita hasta que no suene la campana. Sus condiciones atléticas son formidables y se espera que salga como un vendaval en los primeros «rounds», a ganar terreno y tratar de conectar su izquierda. Es difícil que esos elementos sean suficiente para doblegar a Mayweather, un defensor experto , parapetado en sus golpes a la contra, un boxeador inteligente que descifra y desespera al contrario. A pesar de ello, McGregor es el peleador de la gente . Más del 90% de quienes han apostado en la casa Westgate Superbook han puesto su nombre (el dinero, sin embargo, va con Mayweather, que acumula el 76% de lo apostado. La apuesta media para él es de más de 8.000 dólares; la del irlandés, de 212 dólares). Eso dice mucho de la popularidad de la UFC (un deporte que le ha comido mucho terreno al boxeo en los últimos años) y quizás es la razón de ser de la pelea, que podría batir récords de recaudación por televisión (cuesta cien dólares en «pay per view») y otros ingresos.

Blanco contra negro

No es posible olvidar un elemento de esta pelea: es un blanco contra un negro, una tensión tan vieja como el propio boxeo en EE.UU. El combate se celebra dos semanas después de los trágicos incidentes raciales en Charlottesville (Virginia) y tras la reacción decepcionante del presidente del país, Donald Trump , que puso a la misma altura a los manifestantes neonazis y supremacistas y a los contramanifestantes, con la tensión racial en EE.UU . a flor de piel. McGregor es blanco y la estrella de un deporte, UFC, seguido sobre todo por blancos. Mayweather es negro y el mejor de un deporte que cada vez más reservado para negros e hispanos. Ambos no han dudado en lanzarse puyas de tono racista en los últimos días , que solo sirven para disparar todavía más la bolsa que se van a repartir. Lo sabe bien Don King, el famoso promotor de combates, que ya forzó en su época las peleas «negro vs blanco» para ganar dinero. Lo confesó hace unos días a «The New York Times»: «Una pelea hostil entre dos negros es una cosa. Pero si es una pelea hostil entre un blanco y un negro, puedes jugar la carta de la raza y sacarle mucho rendimiento». El dinero manda.

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