Távora repone «Quejío», el «grito» de la Andalucía real

«Quejío», la ópera prima de Salvador Távora y su agrupación teatral La Cuadra, es un clásico del teatro andaluz, como recordaba en un artículo el crítico teatral de ABC Julio Martínez Velasco. Ahora se cumplen cuarenta y cinco años de su estreno, razón por la que el Távora Teatro Abierto, situado en el Cerro del Águila, el barrio del dramaturgo, repondrá «Quejío» en ocho funciones durante este mes de febrero.

El estreno será este miércoles, con un elenco en el que participarán dos intérpretes del montaje original: el guitarrista Jaime Burgos y Juan Romero, quien ha sido durante años el bailaor de La Cuadra y que en esta ocasión realizará una colaboración interpretando las partes de flauta de la obra.

Junto a ellos, cinco intérpretes más, entre los que se cuentan los cantaores Manuel Vera Quintanilla, Florencio Gerena y Manuel Márquz de Villamanrique; el bailaor, Juan Martín; y la actriz Mónica de Juan. La escenografía, además, recupea algunos elementos del montaje original.

Estas son las principales líneas de esta reposición que produce Hiperbólica Producciones y que se presentó este lunes en el Távora Teatro Abierto, con la presencia del propio director de La Cuadra; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el secretario general de Cultura de la Junta, Eduardo Tamarit; el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz; la ayudante de dirección de La Cuadra, Lilyane Drillon; el productor de Hiperbólicas, Rafael Guerrero; y el delegado del distrito Cerro Amate y Bienestar Social y Empleo, Juan Manuel Flores.

Durante la presentación, Távora se refirió a «Quejío» como el «grito» de la Andalucía real que en los años setenta había sepultado una imagen de la comunidad de «postal». Frente a esa imagen «contemplativa», añadió el director teatral sevillano, esta obra recogía «la cultura de nuestro pueblo y de Andalucía», en un momento en el que la dictadura de Franco estaba en su recta final y en el que Távora concibe el arte como una herramienta «para transformar la sociedad».

Por su parte, Lilyan Drillon incidió en que este espectáculo no solo fue el punto de partida de la «larga carrera teatral» de La Cuadra sino que en un género como el flamenco «Quejío» marcó «un antes y un después», al suponer una «ruptura con el flamenco de complacencia» y resituar al género en el «contexto del que surge el grito».

El alcalde de Sevilla se refirió a esta reposición como el «reestreno de una obra capital» y valoró que este se produzca en el Távora Teatro Abierto, que estuvo a punto de cerrar meses atrás por cuestiones económicas y que ahora se gestiona, con la colaboración de administracinoes como el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía, como una cooperativa.

«Queremos en un barrio como este cultura y creación», explicó Espadas, quien hizo un «llamamiento» a todos los sevillanos para que asistan a esta reposición.

Finalmente, el secretario general de Cultura destacó «el compromiso social y el personal lenguaje teatral» de Salvador Távora y La Cuadra, una compañía, recordó, con veinticinco espectáculos estrenados, con más de 5.000 funciones que se han visto en 34 países de todo el mundo.